Cuando se habla de cambios en la nariz, lo primero que se nos viene a la mente es la rinoplastia que, de hecho, es una de las cirugías estéticas más populares. No obstante, este procedimiento ha cambiado mucho gracias a la tecnología y muestra de ella es la rinoplastia ultrasónica, una nueva forma de esculpir la nariz que ha llegado para quedarse, gracias a sus beneficios que superan a los de la técnica tradicional.
Una muy alta precisión
En el método tradicional, los cirujanos emplean herramientas manuales para trabajar los huesos de la nariz y, aunque este enfoque ha funcionado durante muchísimos años, no siempre se tiene un control exacto sobre el resultado final.
En cambio, la rinoplastia ultrasónica se caracteriza por su increíble precisión, porque se utiliza un dispositivo avanzado que emite ondas de ultrasonido para moldear el hueso. Gracias a esto, el cirujano esculpe la nariz con mayor detalle.
Menos daño para los tejidos
Otro de los grandes puntos a favor de este procedimiento es que es mucho menos agresivo con los tejidos de la nariz. A diferencia de la técnica convencional, que puede afectar los vasos sanguíneos y tejidos blandos, la ultrasónica se centra exclusivamente en los huesos y cartílagos, por lo tanto, es más cuidadoso y menos invasivo.
Recuperación más rápida y menos inflamación
Si el miedo a la recuperación te hace dudar de someterte a una rinoplastia, hay una noticia que debes conocer: con la técnica ultrasónica, el proceso de recuperación es mucho más llevadero. Efectos secundarios comunes, como la inflamación y los hematomas que tardan semanas en desaparecer, son minimizados considerablemente con este procedimiento.
Es cierto que habrá moretones e hinchazón, pero estos son más leves y disminuyen con más rapidez. En consecuencia, las personas pueden retomar sus actividades diarias en menos tiempo y ver los resultados más pronto de lo que imaginaron.
Resultados más naturales y armoniosos
En la mayoría de los casos, el objetivo por el que las personas deciden someterse a una rinoplastia es que la su nariz se integre perfectamente con el resto de los rasgos faciales. La rinoplastia ultrasónica hace más fácil conseguir esto, puesto que permite esculpir formas suaves y proporcionadas, con lo que el resultado es mucho más natural.
En general, esta técnica ofrece un acabado más refinado y en sintonía con las facciones del rostro, algo que es esencial para quienes buscan un cambio que se vea elegante y natural.
Además, puesto que es menos invasiva, se reduce drásticamente el riesgo de cicatrices internas o de que aparezcan deformidades con el tiempo. Esto es importante sobre todo cuando alguien se somete a una rinoplastia secundaria para corregir problemas de una cirugía previa.
¿Por qué es importante elegir a un buen cirujano?
Aunque la tecnología detrás de la rinoplastia ultrasónica es impresionante, no podemos olvidarnos de un aspecto muy relevante: el cirujano que la lleva a cabo. Y es que, no sirve de nada que la técnica sea muy avanzada, si la persona que la maneja no tiene la experiencia ni las habilidades necesarias para aprovecharla al máximo y garantizar buenos resultados. Por eso, elegir un cirujano especializado en este tipo de procedimientos es fundamental.
El cirujano especialista sabe cómo usar las herramientas ultrasónicas de forma precisa y tiene el conocimiento para entender exactamente lo que buscas. Además, hay cirujanos que utilizan un simulador de rinoplastia 3D con los que se puede ver una proyección de cómo quedaría tu nariz después de la cirugía. De esta forma, sabrás qué esperar y te aseguras de que tú y el cirujano estén en la misma sintonía respecto al resultado final.
Entonces, si estás pensando en someterte a una rinoplastia ultrasónica, tienes que informarte bien sobre las opciones y buscar un cirujano con experiencia en esta técnica, que te ayude a mejorar la forma de tu nariz y, en consecuencia, de tu rostro.