Las mudanzas, aunque a primera vista parecieran generar un alto nivel de estrés, al final se convierten en algo positivo para quienes cambian de residencia. Según los psicólogos, la mejor manera de enfrentar el desafío de empaquetar todos los objetos de una casa y llevarlos a otro lugar, es encarar el cambio de manera positiva pensando en que la mudanza será una oportunidad para mejorar la calidad y las condiciones de vida. Para hacer del traslado un evento fácil, rápido y sin estrés, hay que planificar con gran entusiasmo y positivismo. Además, hay que organizarse con tiempo y buscar la ayuda de personas expertas en mudanzas.
Lo primero es lo primero: consultar y organizar
Una de los principales consejos a la hora de enfrentar una mudanza, es organizar todo con semanas de antelación. Durante ese tiempo, se podrán evaluar varios factores. Entre ellos cuanto cuesta una mudanza, hoy en día. Existen organizaciones y empresas dedicadas exclusivamente a esta labor, todo con el objetivo de hacerle la vida más cómoda y facilitar el proceso a las familias que se mudan, aunque bien podría tratarse de negocios que requieran cambiar de sede.
El precio de una mudanza depende del tipo de vivienda. La mudanza de un pequeño estudio que no sobrepase los 10 metros cúbicos de ocupación oscila entre los 200 y 400 euros, y si la vivienda es mediana y necesita ocupar unos 25 metros cúbicos, el precio asciende hasta los 800-1000 euros.
Son muchas las ventajas que ofrecen las empresas de mudanzas. Algunos de sus servicios son: carga, transporte, descarga de las pertenencias, embalaje profesional de artículos y muebles, materiales de embalaje como cajas, papeles, envoltorios, cintas y fundas. Ofrecen desmontaje y montaje de muebles para embalaje y montaje en la nueva casa. Tienen disponibilidad de almacén y servicios de limpieza profesional para todo tipo de casas y oficinas.
El otro punto de partida para organizar una mudanza es hacer una lista con todo lo que hay que hacer. En este caso sería comenzar por recolectar la mayor cantidad de cajas posibles, al igual que otros materiales como etiquetas, plástico de burbujas, cintas y papel periódico que servirán para envolver aquellos objetos frágiles como vidrio y porcelana.
Seleccionar, empaquetar y desempaquetar
Después de tener las cajas disponibles, el siguiente paso es seleccionar cada uno de los objetos que irán dentro de ellas. Una técnica que por lo general se aplica y se recomienda por una buena empresa de mudanza, es que para empaquetar de manera eficiente se debe seleccionar un lugar dentro de la vivienda actual, donde se colocarán todos los objetos que se llevarán a la nueva casa.
Debe ser un espacio agradable y amplio en el cual se tengan las cajas, la cinta de embalaje, los materiales de empaquetado, los lápices y etiquetas. Allí, conforme se vayan colocando objetos dentro de las cajas, se sellarán para su posterior traslado. Algunas recomendaciones de cómo empaquetar y envolver los objetos son:
- Envolverlos de manera individual con papel de periódico, plástico de burbujas o ropa.
- Se recomienda colocar los objetos pesados en el fondo de las cajas y los ligeros en la parte superior.
- Siempre es bueno colocar la mayor cantidad de objetos por caja, cuidando de no excederse para que las cajas no se rompan y cierren bien.
- Los objetos pesados como herramientas, libros, juguetes y otros artículos pueden ir en cajas pequeñas.
- A la hora de guardar botellas y envases que contengan líquidos es importante envolverlos con papel film, también algunos elementos de limpieza como el cloro o detergentes.
- El papel de periódico es ideal para llenar los espacios que puedan quedar vacíos en las cajas.
- Para empaquetar los objetos grandes se recomienda desmontarlos y luego meterlos en las cajas.
- Etiquetar cada una de las cajas ya que esto ayudará a ubicar de manera más eficiente y rápida los elementos que irán en cada una de las habitaciones y áreas de la nueva vivienda.
Una mudanza no tiene porqué ser un evento difícil, al contrario, se deber ver como una gran oportunidad para vivir mejor. Una gran técnica para evitar el estrés es visualizarse feliz en la nueva residencia y en las mejores condiciones. Es decir, arreglada y organizada. Eso comienza por hacer de la mudanza una labor fácil y sin estrés.