Las funciones que cumplen los árboles y los bosques en la naturaleza tienen un valor incalculable para el medio ambiente y para las personas. La deforestación intensiva de los últimos años supone un desastre natural sin precedentes, acelerando el cambio climático y la desaparición de numerosas especies
Se denomina deforestación a la acción y efecto de deforestar, que no es otra cosa que despojar de árboles y plantas un terreno. La deforestación se lleva a cabo por el hombre, causando desastres en los entornos naturales de gran magnitud. El desequilibrio que se genera en el ecosistema afecta a todas las especies vivas del lugar y de otros hábitats cercanos, llegando a generar por zoonosis enfermedades como la gripe aviar o el coronavirus.
¿Qué causas provocan la deforestación?
Una de las principales causas de la deforestación ha sido siempre el aprovechamiento del recurso forestal para la industria maderera. Sin embargo, este tipo de industria quizás sea la menos perjudicial, ya que, en la mayoría de los casos (no siempre), las empresas explotadoras se preocupan de repoblar las zonas afectadas para que no le falte la materia prima, haciendo un uso sostenible de los recursos.
Los sectores que más influyen en la deforestación intensiva es la agricultura, la ganadería y la minería, y es que, se dedican a despejar grandes áreas de tierra para llevar a cabo sus proyectos. Al contrario de lo que ocurría en el caso anterior, estas industrias no tienen ningún interés en repoblar, sin preocuparse lo más mínimo en la contaminación que producen. El resultado es que millones de hectáreas de bosque se talan o se queman cada año con el fin de extraer la madera y convertirlos en futuras tierras de cultivo.
Así mismo, los humanos no hemos hecho más que expandir los núcleos urbanos en detrimento de los bosques. Cada vez más gente que vive en las ciudades y las zonas rurales se quedan despobladas. Una situación que no hace más que aumentar la cantidad de suelo dedicado al cemento en detrimento del dedicado al bosque.
Otra causa frecuente de la deforestación son los incendios forestales que se producen principalmente durante la temporada de verano, acabando con millones de hectáreas de bosques cada año. Aunque no todos estos incendios son provocados directamente por el hombre, sí que están relacionados con el cambio climático, aunque sucedan de forma natural.
Por último, las plagas y enfermedades de los árboles también dan lugar a la tala masiva de árboles en algunos bosques. Detrás de la mayoría de ellas se vuelve a localizar, directa o indirectamente, la mano del hombre, pues muchas de estas especies son invasoras y han llegado al lugar equivocado por la globalización. Si en el país donde llegan no encuentran depredadores que mantenga el equilibrio natural se convierten en un problema, dañando el ecosistema que invaden.
¿Cuáles son las consecuencias de la deforestación?
La deforestación produce unos daños terribles en los ecosistemas, suponen una gran pérdida de biodiversidad y dan como lugar a la aridez del terreno contribuyendo en la aceleración del cambio climático. Las tierras que sufren la deforestación terminan por generar una erosión del suelo que las convierte al final en tierras no productivas. En este sentido, se puede decir que las consecuencias de la deforestación son diversas, todas significativamente negativas.
En primer lugar, supone una agresión contra el equilibrio ecológico del lugar y las especies que habitan en ese entorno. En segundo lugar, provocan el empobrecimiento de las tierras por la erosión de los suelos, y en tercer lugar modifican los patrones climáticos y contribuyen al calentamiento global.
En relación a la alteración de los patrones climáticos, se sabe que los árboles son vitales en los ciclos del agua, ya que atraen las lluvias. Al perder masas forestales, las zonas afectadas pierden agua, pues la lluvia se desplaza hacia otras partes con mayor cantidad de vegetación.
Cómo evitar la deforestación
No basta con saber cuáles son las terribles consecuencias que el modo de vida actual y la tala indiscriminada de árboles está causando al planeta. Hay que pensar en soluciones y formas de evitarla.
El primer gran paso contra la deforestación a nivel global sería llegar a acuerdos internacionales entre los Gobiernos de todo el mundo. Es necesario establecer medidas preventivas y reparadoras, tanto para no agravar el problema como para ir recuperando poco a poco la masa forestal perdida. Este tipo de soluciones se escapan de la mano del ciudadano de a pie, sin embargo, sí puede hacer algo al respecto y aportar su granito de arena.
En el ámbito privado y particular se pueden llevar a cabo ciertos gestos, como el reciclaje de papel y un menor consumo de este. De este modo, las empresas productoras necesitarían menos materia prima.
Por otra parte, se hace necesario mantener los bosques y áreas verdes completamente libres de residuos y limpios de todo tipo de basuraleza. Así se previenen los incendios provocados por cristales u otros desechos.
Cada cuatro años también se ofrece la oportunidad de votar a aquellos partidos que llevan políticas verdes en sus programas.
Certificados de gestión forestal sostenible
Por último, los consumidores pueden premiar a aquellas empresas que llevan a cabo practicas sostenibles y boicotear a aquellas no se comprometen con el medio ambiente. Las grandes superficies de bosques y selvas dependen, en gran medida, de un consumo responsable. A través de las organizaciones ambientalistas cualquiera puede mantenerse informado de cuáles son las empresas eco-friendly. Además, se debe potenciar el consumo de productos certificados de gestión sostenible de los bosques (como los que impulsan FSC o PEFC).
Fuente: La Regadera Verde