Nuestro sistema inmunitario es el responsable de protegernos frente a microorganismos como hongos, bacterias, virus y parásitos nocivos para la salud. Cuando nuestras defensas se encuentran bajas, el organismo comenzará a emitir señales de alerta como cansancio y sueño crónico, entre otras manifestaciones clásicas de un sistema inmunológico debilitado.
Tener las defensas bajas durante mucho tiempo nos vuelve propensos a desarrollar diversos padecimientos, entre ellos:
- Infecciones virales recurrentes.
- Pérdida de peso y diarrea crónica.
- Cuadros de sinusitis y otitis.
- Hongos en la boca.
- Desarrollo de abscesos de forma recurrente.
En el blog Tu Equilibrio y Bienestar es posible conocer mucho más sobre este tema y obtener consejos importantes relacionados con el cuidado de la salud y el fortalecimiento de las defensas de nuestro organismo, los cuales provienen de profesionales sanitarios, haciendo que toda la información suministrada sea respaldada por fuentes relevantes.
A continuación, te revelamos algunas señales que estarían indicando un fallo en las defensas de tu organismo y la necesidad de algunos cuidados adicionales.
¿Cuáles son las principales señales de unas defensas bajas?
Cansancio persistente
Estar agotados justo al despertar o tras realizar cualquier pequeño esfuerzo físico es una de las señales clásicas de tener las defensas bajas. Fatigarse ante actividades que requieren poco esfuerzo no es normal, pues es un claro indicador que nuestro organismo no se está comportando de la forma en que debería.
Sueño crónico
Lo mismo ocurre con el sueño. Tener sueño tras haber descansado poco es normal, pero tener sueño después de unas siete horas y media horas continuas de sueño podría estar indicando que algo no anda bien con nuestro sistema inmune. Desarrolla buenos hábitos de sueño y consulta a un profesional cuando el insomnio se vuelva una constante en tu vida.
Caída del cabello
La caída del cabello es una manifestación clásica tanto de estar sometido a un alto nivel de estrés, como por un sistema inmune debilitado. En cualquier caso, te conviene acudir a un especialista que sea capaz de proveer el tratamiento adecuado para evitar que la caída del cabello empeore y para descartar otras posibles causas de la alopecia.
Nivel de estrés elevado
El estrés excesivo puede ser evidencia de defensas bajas a nivel inmune y viceversa, pues el estrés también puede ser la consecuencia de un sistema inmunológico comprometido. Atravesar situaciones de estrés, ansiedad, desánimo y falta de afecto, afecta directamente al conjunto de células que modulan el sistema inmune.
Infecciones recurrentes
Finalmente, las personas con defensas bajas tienden a manifestar infecciones virales y bacterianas recurrentes como otitis, rinitis, infección de orina, amigdalitis, gingivitis, herpes o proliferación del hongo Candida Albicans, entre otras. Del mismo modo, serán más propensas a desarrollar alergias al polen y al polvo.
¿Cómo fortalecer nuestras defensas?
Si has observado cualquiera de las manifestaciones mencionadas, te conviene consultar a un especialista y realizar algunos cambios en tu rutina que puedan servir para mejorar la calidad de tu sistema inmunológico y estimular su buen funcionamiento. Por ejemplo, llevar una dieta más equilibrada, realizar actividad física, dormir correctamente y evitar el alcohol y el tabaco.