Muchas personas toman la decisión de contratar un seguro con el que proteger su salud y la de toda la familia. Pero escoger no es fácil, y si no estamos acostumbrados a desenvolvernos en el mundo de los seguros, podemos perdernos entre gran cantidad de palabras y expresiones que apenas conocemos.
¿Qué es un seguro médico?
Un seguro de salud es un sistema para garantizar nuestra tranquilidad frente a cualquier imprevisto de salud que se nos presente. Contratar un seguro de este tipo permite contar con asistencia sanitaria rápida, atención personalizada y libertad a la hora de elegir, en diversas etapas de nuestras vidas.
No podemos saber cuándo vamos a necesitar una asistencia rápida, y debemos tener en cuenta que la salud es lo más importante que tenemos. Pues bien, tan solo las revisiones de ginecología o urología, oftalmología y podología que necesitemos, por ejemplo, habremos amortizado más que de sobra lo que invirtamos en nuestro seguro.
Hay seguros de distinto tipo, por lo que debemos aprender a diferenciar lo que cada uno de ellos nos ofrece. Razón por la cual, es imprescindible que comprendamos el significado de distintos términos que se emplean en este sector.
Por ejemplo, la póliza es el nombre con el que nos referimos al contrato del seguro. Es decir, al firmar una póliza se firma un contrato con la aseguradora correspondiente. En él se recoge el precio que hay que pagar para disfrutar de los servicios de asistencia sanitaria contratados, y dicho precio es conocido como prima.
Tenemos que saber también que la primera prima se paga al contratar la póliza, mientras que las demás se pagan mientras dure el contrato, con carácter periódico. En muchos seguros ofrecen diversas opciones de pago: anual, semestral, trimestral o mensual.
Tal como ocurre cuando se contrata un seguro de otro tipo, el contrato suele ser anual, renovándose automáticamente si no se manifiesta el deseo de darse de baja para el año siguiente. La ley establece que hay que hacer este aviso con un plazo de antelación de un mes.
¿Quién es el asegurado? ¿Y el tomador?
Es importante diferenciar estos dos conceptos también. El asegurado es la persona que queda protegida por el seguro, en tanto que el tomador es la persona física o jurídica que ha firmado el contrato, asumiendo el pago de la prima. Hay que tener presente que el tomador y el asegurado pueden coincidir en la misma persona o no, ya que alguien puede contratar un seguro de salud para un hijo, por ejemplo.
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