Seguramente las hayas visto en muchas tiendas y te hayas preguntado si son algo realmente útil. Las salsas cero calorias cada vez pueblan más y más estanterías de tiendas de nutrición y supermercados de lo más normales. Un nuevo tipo de producto que se vale de los avances en materia de alimentación para ofrecer algo que, promete, sirve para mejorar nuestra salud y disfrutar de una mejor condición física.
Pero, ¿cumplen con lo que prometen las salsas 0 calorías?, ¿son realmente capaces de aportar ventajas a quienes las consumen? Analizando sus propiedades y, sobre todo, sus efectos, podemos concluir que sí. Quienes busquen seguir una dieta muy sana y controlar el aporte calórico diario, pueden confiar plenamente en ellas sin renunciar a una buena nutrición.
La clave de las salsas sin calorías
Pueden llamarse 0 calorías, o también salsas bajas en calorías, pero todas consiguen lo mismo. Aportan los nutrientes que tu organismo recibiría con cualquier salsa normal, con el mismo sabor que persigues, pero con muchas menos calorías de las que obtendrías si tomaras una salsa normal. Cubren los sabores más básicos, desde el tomate o el ketchup hasta la mayonesa y la mostaza.
Y eso es lo que las hace tan interesantes, sobre todo para las personas que se vuelcan en el mundo del fitness. Puedes combinarlas con tu alimentación normal, o incluso con una dieta especializada, para disfrutar de todo lo positivo que aporta una buena alimentación, pero sumando además un aporte calórico mucho más bajo. A todo el mundo le gusta acompañar sus comidas de una buena salsa, pero no a todos les gusta contar las calorías que estas puedan tener.
Ahí es donde entra en juego este producto alimenticio. Aporta nutrición, da sabor y satisface a los paladares más exigentes, pero jugando con ese doble efecto positivo que implica el contar con una cantidad de calorías que en ocasiones es completamente nula. No tienes que preocuparte por tomarlas en grandes cantidades, aunque no es lo más aconsejable si quieres disfrutar de un buen equilibrio de sabores, porque no te van a hacer engordar más.
Por eso su fama está aumentando y por eso cada vez se ven con más frecuencia. Son perfectas para los más sibaritas, pero también para los que se preocupan especialmente por su salud y por la alimentación. Combinan lo mejor de ambos mundos para que, al final, solo salga ganando una persona: quien las toma.