Tener hijos es una de las experiencias que más marcan la vida de los padres. Está llena de momentos de disfrute, especialmente cuando son pequeños, ya que cualquier cambio o evolución suponen un paso importantísimo para su crecimiento. En esta etapa inicial tiene una particular importancia su alimentación: no solo es crucial que nuestros peques se alimenten, sino que además lo hagan de manera correcta y asimilen pautas de nutrición esenciales. Este aspecto pasa porque su plato combine alimentos variados, de manera equilibrada y de buena calidad. ¿Imposible de conseguir? Puede parecerlo, pero en realidad requiere sobre todo de fuerza de voluntad. Para demostrarlo, en este artículo te contamos cómo elaborar fácilmente una receta con salchichas frescas poniendo en nuestra mesa un plato que integra nutrientes, calidad y sabor a la vez.
La alimentación de los peques en los hogares españoles
Cada vez que se publica un estudio sobre los hábitos alimenticios de nuestros hijos nos alarmamos. Uno de los más recientes ponía de relevo el hecho de que nuestros pequeños consumen menos calorías de las que debieran (con frecuencia no alcanzan las 2000 calorías al día), y la calidad de los mismos es menor de lo que debería. Y es que las prisas, la rutina, el mundo estresante en el que vivimos y la falta de concienciación nos llevan a debilitar este aspecto de nuestra vida y la de nuestros hijos. Sabemos que una buena alimentación nos protegerá no solo de procesos estacionales –como las gripes o los catarros-, sino también de patologías crónicas y duraderas. Sin embargo, con mucha frecuencia lo olvidamos y acabamos comiendo rápido y mal.
Por eso, ante el caos y al agobio diario una opción es tener a mano recetas a mano que nos den ideas sobre los menús para nuestros hijos, de manera que solo tengamos que pasarnos por la tienda más cercana y nos pongamos manos a la masa. Un buen ejemplo es la siguiente receta de salchichas frescas. Rápidamente estaremos contribuyendo a una alimentación saludable para niños y niñas.
¿Cómo prepararla?
Lo primero que debemos hacer es adquirir la materia con la que elaboraremos el plato. Por eso, los ingredientes con los que debemos contar son:
- Las salchichas: en el supermercado encontraremos salchichas de muchas tipologías. Aunque la elección es algo personal, es importante que intentemos que sean frescas, una opción no difícil de escoger ya que encontramos marcas de gran relevancia como Campofrío que ofrecen esta posibilidad, además me queda en el recuerdo siempre su creatividad en los comerciales de TV como explica su director de marketing. Apostar por este producto es un éxito asegurado ya que a todos los niños les gustan. Eso nos ahorrará esfuerzos para conseguir que coman. De esta manera estaremos aportándole proteínas. En cuanto a la cantidad, si solo cocinamos para niños –y no adultos- podemos contar a unas 4-5 salchichas por cabeza, teniendo siempre en cuenta la edad y las cantidades que suelan comer.
- Verduras: lo ideal es que escojamos un tipo de verdura de hojas alargadas, que aguante el horneado, por ejemplo, las coles, sobre todo si están de temporada. Si no encontramos ninguna verdura de este tipo, podremos elegir otra y modificar levemente nuestro plato durante la preparación. En cualquier caso, complementar nuestro plato con alguna verdura ayudará no solo a que nuestro hijo se nutra de vitaminas, sino que además se acostumbrará a probar sabores que a muchos no les suelen gustar.
- Queso: podemos elegir un queso suave y ligero, asegurándonos de que le gustará. Con una bolsita de queso rallado bastará. Si preferimos rallarlo nosotros mismos en casa, podemos comprar un queso entero.
- Cebolla: nos servirá tanto para la preparación de las salchichas como de las verduras. Suele ser un alimento que muchos niños rechazan, por eso, camuflado en nuestro plato puede ser una buena oportunidad para que lo prueben. Con una unidad será más que suficiente.
- Sal: solamente utilizaremos un par de pizcas de sal.
- Aceite: lo usaremos para saltear las verduras.
Una vez que tenemos los ingredientes, podemos ponernos manos a la obra y comenzar con la preparación. Lo primero que haremos será cocinar las verduras. Si hemos podido comprar una col o similar, quitaremos un par de hojas y las sumergiremos en una olla con agua. Encenderemos el fuego y dejaremos que se cuezan ligeramente, sin llegar a que se deshagan. Será necesaria una hoja por cada salchicha. Si además de col, hemos comprado otras verduras como zanahorias, puerros o pimientos las limpiaremos y procederemos a cortarlas en taquitos alargados y no muy gruesos. Una vez cortados encenderemos una sartén con un chorrito de aceite y una pizca de sal. Cuando el aceite esté caliente, echaremos las verduras a fuego lento, para que se hagan consiguiendo un color doradito. Una vez en su punto, cogeremos las hojas de col y en el centro ubicaremos una salchicha. Encima añadiremos las verduras salteadas y el queso, que se fundirá cuando cerremos, a modo de rollito, la hoja de col. Otra opción es no incluir el queso en ese momento y ponerlo sobre el rollito, para luego gratinarlo. Repetiremos el proceso con cada salchicha y, voilà, nuestro plato estará listo para que nuestros peques lo disfruten.