El chocolate es un alimento delicioso y adictivo. Usualmente se considera que abusar del chocolate es perjudicial. Principalmente, porque la mayoría de las presentaciones comerciales ofrecen fórmulas llenas de azúcar y alto contenido graso; junto a otros componentes que no son nada saludables. Mucho menos para aquellos que padecen diabetes.
Pero eso no significa que los diabéticos no puedan consumirlo y disfrutarlo. Un estudio de la Universidad de Hull en Inglaterra, concluyó que el consumo de chocolate amargo puede ayudar a reducir el colesterol.
Aquí profundizamos más sobre este tema.
¿Las personas con diabetes pueden comer chocolate?
Entonces, ¿es bueno para los diabéticos? La respuesta es sí, pero no cualquier clase de chocolate. Hoy vamos a enseñarte qué tipo pueden consumir, cuáles evitar y algunas precauciones en cuanto a la ración adecuada.
Para entender mejor este asunto, es necesario hablar sobre la composición de una barra de chocolate común. Se trata de un producto derivado de las semillas del cacao, que son procesadas hasta conseguir cacao en polvo, principal componente de una barra de chocolate.
Es usual que podamos adquirir tres clases de chocolates en la tienda:
- Chocolate con leche. Esta es una combinación de crema de leche, cacao y azúcar, además de grasas vegetales. Sin dudas, esta es la versión más popular y es la que encontramos en la tienda con mayor facilidad.
- Chocolate blanco. Ni siquiera se le considera como verdadero chocolate, porque su concentración de cacao es sumamente baja. En realidad es una mezcla de manteca de cacao, grasas emulsionadas, derivados lácteos y azúcar.
- Chocolate amargo (oscuro). Este tiene un sabor profundo y amargo, dado su alto contenido de cacao y bajo en azúcar y lácteos. Suelen venir en concentraciones desde 50% hasta 100% cacao.
¿Qué tipo de chocolate pueden comer los diabéticos?
Es importante siempre consultar la información nutricional de la barra de chocolate antes de consumirla. En la etiqueta se expone la cantidad de grasa, fibra, carbohidratos, proteínas y azúcares que tiene cada tipo de chocolate.
Con esa información se puede hacer un análisis rápido. Solo hace falta ver la cantidad de azúcar añadida que tienen los chocolates blancos y con leche para que los mismos queden descartados del menú habitual de una persona diabética.
Actualmente, en el mercado es posible encontrar chocolates con sustitutos de azúcar que permiten tener una versión dulce, pero sin afectar demasiado los niveles de glucosa, pero hay otros detalles a los cuales se debe prestar atención.
Precauciones, dosis y advertencias
Es importante entender que los diabéticos no deben comer chocolate de manera descontrolada, aun cuando sea en su versión amarga y libre de azúcar, ya que sigue siendo un alimento que eleva los niveles de glucosa.
Lo adecuado es consumir porciones pequeñas, alrededor de 1 onza 3-4 veces a la semana y así poder conseguir los beneficios de sus compuestos naturales como minerales, flavonoides y compuestos antioxidantes que entre otras cosas permiten la neutralización de los radicales libres, causantes del envejecimiento celular.