Los tapices son una obra tejida con ornamentos y figuras, trabajada según una técnica ya en uso en el 1200 en la ciudad de Arras (de donde proviene la palabra).
La primera evidencia de la existencia del tejido se remonta al año 2000 a.C. aproximadamente, representado por pinturas murales de tumbas egipcias que representan las operaciones de hilado y tejido.
Para conocer las primeras piezas que realmente pueden considerarse tapices, es necesario remontarse al año 1000 y 1100.
A partir de 1200, la fabricación de tapices se extendió por toda Europa, con diferencias y detalles de las distintas naciones, según el origen de la obra.
Para comprender el recorrido histórico de estos objetos artísticos artesanales, debemos fijarnos en el desarrollo de las artes figurativas y el gusto específico de las cortes, de los nobles y de las familias de la alta burguesía.
El término tapiz ha adquirido un significado propio desde 1200, cuando en Francia la producción de tapices está atestiguada por los estatutos de las corporaciones textiles.
Ampliamente difundido en Francia y en Flandes, el tapiz contó con el favor de la casa real de Francia y de la corte de Borgoña.
La serie de tapices Apocalipsis para la catedral de Angers marcó definitivamente el papel de este objeto en la sociedad de la época. En ese momento, el centro de producción más importante era Arras, y más tarde el de Tournai, famoso por sus obras maestras de elegancia.
El Tapiz de Bayeux
El Tapiz de Bayeux es una de las obras más importantes que se conservan de la Edad Media.
Aunque no se trata de un tapiz en el sentido técnico de la palabra, sino de un bordado con hilos de lana de ocho colores diferentes, cosidos sobre una banda de lienzo de lino crudo de 70 metros de largo y 50 centímetros de ancho.
Es quizás el documento más importante de la historia y civilización de los normandos, y muestra la conquista de Inglaterra por parte de Guillermo el Bastardo, más tarde conocido como el Conquistador, Duque de Normandía.
El episodio en torno al cual gira toda la historia es la batalla de Hastings el 14 de octubre de 1066, algunas de las cincuenta y ocho escenas presentes tienen subtítulos en latín.
Se hizo alrededor de 1077, muy probablemente en un taller inglés, por encargo del obispo Odone de Bayeux, y se completó a tiempo para la consagración de la nueva catedral de Bayeux, según sus instrucciones.
De hecho, algunos creen que el tapiz de pared se colgaba alrededor de la nave principal durante los días festivos.
Sin embargo, esta teoría no se refleja en la realidad, también porque el tamaño total de la nave no permite que la tela se extienda por completo en toda su longitud.
El origen de los tapices
El origen de los tapices es muy antiguo, siendo imposible establecer con precisión el lugar y la época de origen.
El «Kilim» es el ancestro más probable, de hecho los tapices tienen orígenes remotos, es uno de los primeros tejidos orientales que se trabajaba como una alfombra, pero de tal manera que las superficies superior e inferior fueran idénticas.
Actualmente la producción predominante utiliza telares Jacquard, que siguen una técnica tradicional que involucra numerosas fases de procesamiento que a su vez requieren mucho tiempo y experiencia, aunque todavía existen talleres artesanales donde se producen tapices tejidos a mano, en cantidades limitadas.
De una manufactura a otra, los tapices y las cenefas se pueden realizar con muy diferente cuidado y precisión. No todos los productos son iguales.
