Quizás muchos desconocen que el CBD o cannabidiol es un componente del cáñamo o cannabis, que tiene muchas propiedades terapéuticas y medicinales. De hecho, los médicos lo incorporan como complemento en diversos tratamientos que aplican en sus pacientes. Se han comprobado sus efectos antipsicóticos, antiansiolíticos, antiinflamatorios, antitumorales, anticonvulsivos, además de aliviar dolores, quemaduras, asma, diabetes y tener efectos neuroprotectores.
Algunas personas escuchan hablar del cannabis o del cáñamo, e inmediatamente lo asocian con droga, sin saber o conocer con detalle que esta planta cuenta entre sus componentes con CBD o cannabidiol, el cual tiene muchos beneficios, más de los que cualquiera pueda imaginar.
Esta asociación proviene del hecho que el cannabis también cuenta entre sus componentes con THC (tetrahidrocannabinol), que es el que realmente actúa como un psicoactivo, que tiene fines “recreativos”, como se conoce y que puede producir pérdida de memoria a corto plazo, así como ganas de dormir o comer. El THC es el componente más prohibido en los países, incluso desde el punto de vista de sus legislaciones.
Sin embargo, esta planta también contiene marihuana CBD, un componente que no genera ningún efecto psicoactivo, de hecho se utiliza para contrarrestar los efectos del THC, ya que por ejemplo, disminuye la ansiedad que genera el tetrahidrocannabinol y tiene propiedades antipsicóticas, que reducen los efectos del llamado “colocón” que ocasiona el THC.
El CBD es el cannabinoide del cual se conocen más propiedades medicinales y tiene un mayor margen terapéutico, por lo que ha sido incluido en el tratamiento de enfermedades para aliviar síntomas y afecciones.
Tiene muchas propiedades
Ya sea en aceite, cápsulas u otra presentación, el CBD tiene muchos beneficios desde el punto de vista medicinal, por lo que incluso los médicos lo incorporan como terapia alternativa en algunos tratamientos que prescriben a los pacientes.
Se usa como antiséptico, para el asma, como alivio de quemaduras y diversos dolores, y además, es anticonvulsivo y sirve como relajante muscular. Sin embargo, entre sus propiedades más documentadas, están las de ser antiinflamatorio y producir efectos neuroprotectores.
En este último punto, se puede mencionar que ayuda a combatir los efectos de enfermedades como Alzheimer, esclerosis múltiple, mal de Parkinson, así como neurodegeneración ocasionada por alcohol y toxicidad del glutamato.
Se conocen además sus efectos antitumorales, tras haber realizado algunos cultivos celulares de cáncer de mama. Diferentes investigaciones han comprobado viabilidad celular, disminución de crecimiento tumoral, inhibición de metástasis y aumento de apoptosis de células cancerígenas, es decir, muerte celular programada. Estas “virtudes” del CBD se atribuyen a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
En cuanto a sus beneficios para la salud mental, el cannabidiol tiene un poderoso efecto antipsicótico, como se ha mencionado al inicio, lo que lo convierte en una especie de protector ante los efectos del consumo de sustancias ansiogénicas, psicotóxicas, o tras haber consumido TCH, narcóticos sintéticos o alcohol.
De igual manera, hay evidencia de sus efectos antiansiolíticos, por lo que se incluye en tratamientos del estrés postraumático. Se ha comprobado que contribuye en el proceso que se ha denominado “consolidación de la extinción”, es decir, ayuda a olvidar episodios o experiencias negativas y recuerdos traumáticos.
También varios estudios han determinado que el CBD ayuda a disminuir la severidad de los ataques epilépticos y la frecuencia de los mismos; además se está incluyendo en tratamientos de hepatitis, enfermedad de Crohn, artritis y también en procesos contra la obesidad.
Sin efectos secundarios
Son prácticamente inexistentes los efectos secundarios en el consumo de cannabidiol, y esto se ha podido evidenciar tanto en la experiencia de quienes la utilizan, como en los datos de gran cantidad de estudios científicos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó años atrás un informe en el que reconoce el potencial del CBD para tratar enfermedades como la epilepsia y otras más. De hecho, no considera a este cannabinoide como una droga, ni que genere efectos adversos para la salud, además de señalar que es seguro y bien tolerado por humanos y animales.