El medio ambiente está rodeado de muchas especies, donde los parásitos conviven de forma habitual, tanto con humanos como con animales. En el caso de los perros, éstos son muy propensos a verse afectados por este tipo de bichos, por lo que una eficaz desparasitación será clave.
El período de desparasitación de un perro se hace de forma muy general, sin tener en cuenta que los ciclos de vida de algunos tipos de parásitos pueden llegar a ser de un mes. Para este proceso, lo más habitual es aplicar una desparasitación a nivel externo y otra a nivel interno, pero el mejor proceso es aquel que permite cubrir ambos tipos al mismo tiempo.
Para saber cada cuanto se desparasita a un perro será necesario tener en cuenta muchas características, como la edad que tiene, el o los lugares donde hace vida y el estilo de vida que lleve. Aunque las recomendaciones se hacen de forma muy genérica, la palabra final siempre debe ser dada por un veterinario en función a lo que sea capaz de observar y valorar con exámenes médicos.
Lo que sí se puede tener claro en torno a este tema, sin llegar a ser especialistas, es el tipo de desparasitante que se utilizará a sabiendas de que será clave que su elección deberá ser una versión agradable para el paladar del perro, de manera que lo consuma en su totalidad y sin necesidad de ser obligado.
Ahora bien, también será necesario tener en cuenta que sea capaz de atacar los parásitos más comunes en los perros como las pulgas, las garrapatas y los gusanos del tracto digestivo.
Riesgos de los parásitos para los perros
Tener un parásito siempre será un tema negativo para cualquier ser vivo, por lo que será lógico pensar que su presencia sea nociva para la vida de los perros. Dentro de los síntomas más comunes que pueden aparecer cuando éstos se encuentran en el interior del organismo, están la diarrea, los vómitos y la pérdida de peso.
Sin embargo, algunos tipos de parásitos pueden ser mucho más nocivos para la salud, consumiendo los tejidos internos y generando sufrimientos al animal en el momento de consumir alimentos, como si de una gastritis se tratara, por ejemplo.
Pero además, habrá que considerar si se tienen otras mascotas en la casa, que estos parásitos podrían pasar de una a otra, generando mayor afección a todos los que se encuentren en sus alrededores.
Riesgos para la familia humana
Las mascotas no son las únicas que corren peligro en el momento en que haya parasitos externos en perros o internos, pues tienen facilidad para transmitir estas afecciones. Por ejemplo, en el caso de las garrapatas, éstas pueden infestar toda la casa, causando inseguridad para los miembros de la familia al recibir una picadura de una de ellas o con la posibilidad de que ingresen en los oídos, por ejemplo.
Cuando se trata de parásitos internos, como los gusanos, es muy posible que el perro contamine las áreas de uso común que tenga con la familia humana, a través de los huevos con los que se reproduce el gusano y que pueden proceder de las heces o el vómito.
Técnicas para desparasitar perros
La mejor técnica que existe en la actualidad, es la ya mencionada que ejerce una acción de forma interna y externa, y, al aplicarse una vez al mes, reduce de forma drástica la posibilidad de que los perros puedan sufrir de parásitos. Sin embargo, en el mercado existen algunas otras técnicas que no son tan amplias, como el uso de collares antipulgas, las pipetas y hasta los sprays para atacar los parásitos. De hecho, muchos champús también incluyen componentes que previenen su aparición.
La salud de los perros es responsabilidad de quien ejerce su cuidado,, por lo que una buena manera de demostrarle cariño será dedicándole tiempo a su bienestar y asegurar que también la familia humana estará protegida. Tomarse unos segundos, una vez al mes para desparasitar, no será mayor trabajo.