Las intervenciones quirúrgicas pueden hacerse con muchos fines y métodos diferentes. Dentro de ese enorme abanico de posibilidades a los que se enfrentan los cirujanos y médicos al entrar en quirófano, la ostomía es uno de los casos más peculiares. Una operación que se realiza con los intestinos y la pared del abdomen como zona cero de acción, y que tiene como finalidad intentar aportar una solución que facilite temporal o permanentemente la vida de la persona intervenida.
Una ostomía, también conocida como estoma, es una operación en la que se crea una abertura entre la pared abdominal y los intestinos para conectar ambos. Son intervenciones con resultados que pueden estar pensados para un régimen de tiempo reducido o para ser permanentes. Su objetivo es exteriorizar el intestino grueso o el delgado a través del abdomen suturándolo a la piel de este para, así, poder crear una salida para el contenido fecal, aunque sea artificial.
Un proceso muy delicado, que requiere ciertos cuidados a posteriori, como también el uso de los más adecuados productos para ostomías durante y después de la intervención. En tiendas especializadas como en Ostocare es posible comprar bolsas de ostomía, fajas para el post operatorio o incluso protectores para evitar daños tras la intervención. Es importante contar con este tipo de propuestas a mano en caso de pasar por quirófano para esta intervención, porque su cuidado es sumamente importante para evitar infecciones y demás problemas.
Qué tipos de ostomía existen
A pesar de que los medios y los fines siempre son similares, existen diferentes tipos de ostomía que se llevan a cabo en función de los problemas del paciente y las soluciones más adecuadas para ellos. Por lo general, se suelen distinguir los siguientes tipos:
Colostomía
En esta intervención quirúrgica, el cirujano se encarga de conectar una parte concreta del colon, la directamente conectada con el intestino grueso, con la pared del abdomen para mejorar la calidad de vida del intervenido. Es la más habitual a la hora de realizar una intervención permanente.
Ileostomía
Como su nombre indica, y de forma similar a lo que sucede con la colostomía, en la ileostomía, el especialista se encarga de conectar el íleon, la parte final del intestino delgado, con la pared abdominal. Suele ser la intervención de tipo temporal más frecuente.
Ostomía permanente
La ostomía permanente es un tipo de operación que se realiza en caso de haber extirpado partes importantes del ano, del colon o del recto como consecuencia de alguna enfermedad. Por lo general, suele ser algo que parte de la colostomía, y el motivo más común por el que se puede hacer también es por un fallo en los músculos que controlan la eliminación de restos en nuestro cuerpo.
Ostomía temporal
La ostomía temporal es un tipo de intervención cuyo resultado se puede extirpar posteriormente en caso de mejora del paciente. Por lo general, suele ser el fruto de una ileostomoía y tiene como objetivo prevenir el paso de heces en cierto punto para que los intestinos se curen tras una cirugía importante o de una enfermedad como la de Crohn.
Qué enfermedades llevan a una ostomía
Aunque se suele hablar de problemas intestinales en general para hablar de los motivos por los que se suele llevar a cabo una intervención tan importante como es la ostomía, lo cierto es que son muchos los casos concretos que llevan a pasar por quirófano con este fin. Aquí vamos a repasar las razones más importantes, los motivos principales por los que una persona puede necesitar la realización de una ostomía como cualquiera de las que hemos explicado previamente.
Las principales razones para realizar una ostomía son:
- Incontinencia fecal.
- Obstrucción intestinal.
- Cáncer.
- Traumatismo.
- Infección
- Enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa o cualquier otro tipo de enfermedad inflamatoria intestinal.
- Enfermedad diverticular, que propicia pequeños sacos que se forman en las paredes del intestino grueso.
Cuidados fundamentales para una ostomía
Dado el tipo de operación que es, es muy importante mantener ciertos cuidados esenciales tras pasar por quirófano por una ostomía. Se deben seguir unas restricciones tanto alimentarias como físicas, así como asegurarse de dar un buen mantenimiento a la bolsa que se suele adherir a la piel para depositar la heces.
Cuidados generales
Es importante saber cómo cuidar la bolsa, evitando daños en esta, como también cualquier elemento que pueda dañar a la conexion de esta con nuestro organismo. Asimismo, es importante saber plenamente qué tipo de ostomía se ha realizado, ya que eso influirá también en el volumen de evacuaciones y su frecuencia, llevando a la limpieza con mayor o menor frecuencia de la bolsa.
Limitaciones físicas
Aunque no es aconsejable realizar actividades físicas exigentes, sí es cierto que se puede seguir realizando ejercicio o incluso mantener relaciones sexuales tras una ostomía. Es fundamental mantener la bolsa perfectamente cuidada y, sobre todo, atenerse a los consejos y recomendaciones de los especialistas. Existen deportistas de élite que han podido seguir realizando su actividad incluso tras haber pasado recientemente por una ostomía.
Restricciones en la alimentaciónLa dieta es algo a lo que afecta muchísimo la ostomía y el tipo de intervención. Se deben controlar los tipos de alimentos, ya que ello influirá en los movimientos intestinales. Aspectos como beber muchos líquidos, evitar determinadas fibras y, sobre todo, masticar muy bien la comida, son fundamentales. Aunque se puede ir recuperando una dieta normal en poco tiempo si se tiene cierto cuidado.