Mantenerse saludable es un hábito el cual muchas parejas no están muy familiarizadas debido a múltiples factores, posiblemente, se debe a una pobre educación alimenticia. En estos tiempos, la liberación sexual ha desatado también un boom por la salud física y la salud mental; tanto así que ahora buscar pareja LGTBI se ha convertido en una tarea complicada, ya que muchas personas tratan de encontrar a un compañero fitness y de buena complejidad física.
Normalmente, se asocia la salud física con hacer ejercicios y rutinas para mantener en buen estado el cuerpo. Sin embargo, para lograr tal propósito es necesario, además, una excelente alimentación que aporte los nutrientes necesarios para estar sanos. Las parejas, principalmente los de la comunidad LGTBI, se han encargado de promover la salud en pareja, a través de ejercicios, terapias emocionales, buena alimentación, entre otras.
Esta última, la buena alimentación, es el foco principal por el cual las parejas tienen la mayoría de las discusiones “sanas”. No saber cómo cocinar, no tener un horario de comidas, utilizar mal los ingredientes, alimentarse con comida chatarra, son algunos de los problemas más comunes. Como se mencionó anteriormente, la culpa ante tal problema no recae, quizás, en la pareja sino en la forma como fue criada.
Desde pequeños se nos enseñó, con palabras y dibujos, que la mala alimentación desde temprana edad repercute en la salud ya de adultos. No obstante, la enseñanza quedó allí, en el aspecto teórico; al no ponerse en práctica, lamentablemente, es difícil aplicar los conceptos. Ahora, al convivir en pareja, se reviven esos traumas alimenticios que pueden desembocar en problemas de pareja. El punto clave es entender las dificultades de nuestro(a) compañero(a) de vida y salir adelante juntos.
Otro de los buenos hábitos que hace que las parejas perduren en el tiempo es una buena comunicación, que deriva en una estabilidad mental y emocional. Muchas parejas homosexuales soportan comportamientos o actitudes negativas en sus relaciones, como por ejemplo abusos, malos tratos, infidelidades, etc. No objetar estos comportamientos negativos es una de las principales causas de rupturas matrimoniales, provocando depresiones y ansiedad.
Esperar lo mejor de una pareja
El estar bien en pareja no solo se trata buscar una forma plena de vivir la sexualidad entre ambos, va mucho más allá de eso. Siempre se debe apuntar hacia la plenitud y para alcanzarlo, se deben esperar cosas buenas como:
- Saber pedir disculpas: ambos deben saber cuándo actúan de mala manera o han descuidado la relación emocionalmente. Pedir disculpas no es cuestión de orgullo, es cuestión de madurez y una relación madura, es duradera.
- No criticar: las parejas no deberían criticarse duramente, mucho menos burlarse o menospreciarse. Si llegase a ocurrir, se debe aplicar el primer punto, pedir disculpas de manera sincera.
- Nunca maltratar: jamás debería ocurrir violencia entre las parejas y en caso de haberlo, denunciar ante las autoridades pertinentes. Estar pasado de copas o cualquier problema no es excusa para dañar físicamente o psicológicamente a un miembro de la pareja.
- Siempre sé amable: las parejas heterosexuales y homosexuales merecen tratarse amablemente la mayoría del tiempo. Y mencionamos la mayoría del tiempo, ya que no siempre se está de buen humor o feliz. Sin embargo, el respeto debe estar muy presente en cada conversación.
- Probar cosas nuevas: las relaciones largas tienden a deteriorarse con el tiempo porque no se realizan actividades nuevas. Planificar un viaje, una cena en un campo abierto, cantar en un karaoke o realizar una caminata a la montaña son las actividades preferidas de las parejas jóvenes.
En conclusión, siempre se deben esperar cosas buenas de una pareja y en caso de que se esté atravesando un mal momento, mantener espacio y el respeto.