Las clínicas dentales son espacios con un alto grado de agentes infecciosos, por lo que tras cada jornada de trabajo las instalaciones deben quedar impolutas para preservar la salud de las personas. Por ello, para mantener la higiene del centro conviene delegar el trabajo de limpieza en una buena empresa de limpieza que ofrezca las máximas garantías y profesionalidad.
La empresa de limpieza debe acudir a la clínica dental cada día para mantener pulcros todos los espacios de las instalaciones desde la recepción y las salas de espera, hasta los gabinetes y salas de rayos X donde se trata a los pacientes.
Así, los operarios deberán prestar especial atención tanto a la limpieza de suelos y paredes como a la de cualquier superficie que pueda estar en contacto con la actividad humana para eliminar cualquier tipo de microrganismo que pueda quedar adherido a los mismos y pongan en riesgo la salud de las personas.
El otro foco con el que se debe tener especial cuidado es con la limpieza del instrumental. Es aconsejable que la empresa de limpieza cuente con productos específicos que permitan eliminar cualquier resto orgánico de las superficies de los instrumentos, como pueden ser la sangre y la saliva.
La desinfección de los espacios e instrumentos también es una tarea prioritaria que se debe llevar a cabo con la tecnología adecuada para que garantice los máximos estándares de limpieza eliminando los gérmenes y bacterias que hayan podido quedar adheridos en las superficies durante la jornada. Asimismo, cualquier elemento desechable debe ser depositado en contenedores específicos de bioriesgos y ser tratados por personal cualificado para ello.
Por último, la empresa de limpieza debe llevar a cabo la esterilización de los materiales. Con este procedimiento, que puede ser físico o químico, se elimina cualquier microorganismo patógeno que haya podido quedar.
Por todo esto es importante contar con una buena empresa de limpieza que cuente con una experiencia demostrable en este tipo de procedimientos tan delicados en los que se puede poner en riesgo la salud de las personas.
Siempre que se trate de velar por la salud del paciente, ¡la higiene es lo primero!
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