La realización de traducciones de calidad es un asunto de vital importancia para la sociedad desde diferentes puntos de vista. Los textos traducidos de diferentes idiomas están en los medios de comunicación, páginas web, textos académicos, aplicaciones móviles, videojuegos y mucho más de lo que podríamos imaginar.
El mundo de las traducciones resulta ser bastante complejo, y todo el trabajo detrás de llevar una obra literaria de un idioma a otro, suele pasar desapercibido. Cuando se requiere trasladar un texto a otro idioma diferente al original es necesario realizar la contratación de servicios profesionales.
Transmitir la esencia del contenido original
Los textos a trasladar de un idioma a otro pueden tener diferentes destinos. Contenido web, ensayos científicos, contratos legales y documentos judiciales, obras literarias, textos académicos, software, manuales y muchas otras cosas que leemos cotidianamente en nuestro idioma, provienen de una traducción.
Es necesario contratar servicios profesionales de calidad cuando se requiere de una traducción urgente, para asegurar la calidad del escrito en un idioma diferente. El traductor debe tener la experiencia suficiente para transmitir la esencia plasmada por el autor en el contenido original, sin hacer modificaciones que puedan alterar negativamente la obra.
Un traductor profesional suele ser una persona que tiene dominio pleno de dos idiomas y conoce las sutilezas de los mismos, eso le permite encontrar las palabras adecuadas para comunicar un mensaje con claridad y respetando las intenciones del autor.
El común de estos profesionales se encuentra capacitado para trasladar textos de carácter general. Sin embargo, la especialización es necesaria, por lo que se dan ramificaciones como la traducción médica, que se encarga de manejar la conversión de textos médicos como registros clínicos, informes, ensayos, así como información farmacéutica, especificaciones de terapias y procedimientos.
Respetar las normas y los criterios
Así como en el tema médico, existen otras ramas, como la traducción jurídico-económica, académica, literaria, judicial, etc. Además, existen servicios derivados como la localización, que se refiere no solo a la producción de un texto equivalente en un idioma diferente al original, sino que también supone la adición de términos locales del país al cual va dirigido el contenido, algo que usualmente utilizan las empresas para adaptar productos o servicios a nuevos mercados.
Todo el proceso ha de responder a una serie de normas y criterios y a un procedimiento específico que asegure la calidad del texto producido, ya que de lo contrario, es probable que la equivalencia del nuevo contenido no sea la correcta.
ISO 2384:1977 es la norma internacional que permite que una traducción se presente por medio de un formato normalizado que permita conseguir una estandarización a nivel global, sin ofrecer ninguna clase de interferencia en el tipo de técnica que el profesional utilice, ya que no implica cambio en la gramática, semántica, ni sintaxis de la obra original.
Fue publicada en el año 1977 y desde entonces, se aplica en la traducción de todos los tipos de documentos, siendo la base para una interpretación de calidad.