La evolución científica y química ha dado pie al surgimiento de una serie de ingredientes que eran impensables hasta hace unas cuantas décadas. Un claro ejemplo es el del ingrediente antimicrobiano.
Precisamente hoy hablaremos de este tipo de sustancias, las cuales poco a poco han pasado a contar con una gran presencia en todo tipo de fórmulas. Ello no es de extrañar teniendo en cuenta los beneficios que proporcionan, pero antes de profundizar en dichas ventajas toca hablar de cuáles son exactamente los ingredientes que mayor éxito están cosechando.
La plata: el ingrediente antimicrobiano con mayor eficacia
Laboratorios como el conocido bajo el nombre de Argenol llevan años demostrando lo eficaz que es la plata como agente antimicrobiano. Tanto las bacterias como incluso los virus, concretamente la carga vírica, pasan a ser historia, sea cual sea el tipo de fórmula a la que se añadan.
No son los únicos elementos nocivos que desaparecen por completo. Al listado hay que sumar toda clase de hongos, así como mohos e incluso levaduras.
Ello aporta beneficios no solo a los consumidores que optan por los productos formulados con dicho ingrediente antimicrobiano, quienes gozan de una mayor calidad de vida. Por si fuera poco, las empresas también obtienen una ventaja impagable que se resume en incrementar al máximo posible la vida útil de la que hacen gala sus respectivos productos.
Gracias a la versatilidad de la plata, si es tratada por un laboratorio experimentado como Argenol, existe la posibilidad de incorporarla a toda clase de fórmulas. Básicamente ello es fruto de contar con varias presentaciones.
Una de las más habituales es la base acuosa. El ingrediente antimicrobiano poco a poco ha pasado a contar con una gran presencia en el ámbito de la cosmética. Y no es para menos, puesto que puede eliminar los malos olores e incluso aquello que provoca la aparición del acné. A su vez, impide que se descomponga el producto cosmético en cuya fórmula es incluida la plata en base acuosa.
Otra presentación de la plata es la de tipo coloidal. Las nanopartículas son suspendidas, haciendo uso de ellas la industria farmacológica. El objetivo es claro: desinfectar con una alta eficacia.
Aquí no termina la lista de presentaciones de la plata. Laboratorios como el conocido Argenol también la tratan en polvo. Claros ejemplos de ello son tanto la zeolita como el sulfato.
En ambos casos han demostrado ser muy útiles a la hora de tratar cualquier tipo de herida, así como incluso las quemaduras. Para ello, este ingrediente antimicrobiano se añade a las cremas, amén de los sprais y el apósito que se coloca sobre la zona que va a ser tratada y que experimentará una gran mejoría.
Ambientes mucho más higienizados que antes
Gracias a la plata, toda clase de superficies pasan a tener una gran resistencia antimicrobiana. Por ende, los ambientes hacen gala de una higienización que poco tiene que ver con la de antaño.
El COVID-19 ha dado pie a que los consumidores cada vez más procuren por este aspecto que adquiere una gran importancia. Los fabricantes son conscientes de ello, por lo que no dudan en depositar la confianza en laboratorios como Argenol, sabiendo que la inclusión de la plata como ingrediente antimicrobiano dará pie a que más usuarios adquieran sus productos.
A día de hoy no es difícil dar con infinidad de productos que cuentan con ingredientes antimicrobianos, especialmente la plata. La lista es extensa, siendo algunos de los más habituales los siguientes: cerámica, silicona, resinas compuestas y cauchos, previendo los expertos que en un futuro serán incluso más numerosos los materiales tratados con este eficaz ingrediente.