El estado de salud de la boca de una persona es un indicativo de cómo es su salud en general. Se debe cuidar constantemente, ya sea por imagen o por prevenir enfermedades que pueden llegar a afectar otras partes del cuerpo.
Las consecuencias de la falta de cuidado comienzan por la aparición de caries, continuo mal aliento e inflamación de las encías, pero pueden llegar a ser mayores. Todo esto incluso puede afectar de forma negativa el autoestima por las repercusiones en la apariencia.
Entonces, ¿qué es la salud bucal y cómo cuidarla?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la ausencia de dolencias y trastornos en la cavidad bucodental, los cuales limitan y repercuten a la persona en su bienestar psicosocial. Se pueden manifestar estos malestares en forma de dolores, infecciones, llagas, pérdida de dientes, entre otros trastornos bucodentales.
Usar herramientas apropiadas y en buen estado es uno de los factores más decisivos, además de implementarlas de forma correcta. Aparte del enjuague bucal y el hilo dental, existe el irrigador dental portatil como complemento que viene perfecto para la rutina de cuidado dental.
Los beneficios por cuidar de la salud bucal comienzan con aquellos que están relacionados directamente con el bienestar de la boca y los dientes. Esto llega a influir en el incremento del autoestima, y así un mejor desarrollo psicológico al aumentar la seguridad en la persona.
Al verse afectados los dientes con manchas de sarro, caries o deformaciones -o directamente perderlos- y no tratar el problema de forma inmediata, el individuo ve la seguridad en sí mismo comprometida. Esto abre una posibilidad mayor de desarrollar complejos que cambien su comportamiento.
Aquí radica la importancia de acudir una o dos veces al año al odontólogo para hacer una limpieza profunda de rutina y controlar los posibles trastornos de los que pueda padecer alguien. Incluso así, tener buenos hábitos en la higiene dental sigue siendo uno de los pilares de la salud.
Para empezar, hay que cepillar a conciencia los dientes después de cada comida, y con un cepillo que hay que reemplazar al menos una vez cada 3 meses. Esto disminuye la aparición de la placa dental y manchas en los dientes.
Los irrigadores dentales proporcionan una limpieza más profunda que la hecha únicamente con los implementos tradicionales. Su función principal es sacar de entre los dientes los residuos de comida que no son accesibles para el cepillo, de manera que se evite la aparición de placas bacterianas y la inflamación de encías.
Tipos de irrigadores dentales
En el mercado actual existen diferentes tipos de irrigadores que vienen con accesorios dependiendo del tipo. La idea es escoger el que sea de tu agrado y que cubra mejor tus necesidades. Pero, independientemente de la elección, es bueno saber que los odontólogos recomiendan el uso de estos implementos de limpieza bucal.
Los mejores irrigadores dentales están pensados para cumplir funciones específicas, que pueden ser brindar una limpieza más profunda, cuidar de las encías sensibles y acceder a los rincones que están más obstruidos por las prótesis o la ortodoncia. Es por esto que hace falta considerar para que vas a usarlo.
Los irrigadores portátiles son la mejor opción para las personas que prestan especial atención a su higiene bucal, ya que son fáciles de llevar contigo para que puedas cumplir con tu rutina de aseo. Esto evita que sea estrictamente necesario cargar con un kit de higiene personal con todos los accesorios dentales al salir de casa.
Están diseñados para ser llevados siempre que quieras viajar, y así cumplir con la función de cuidar los dientes de manera continua. Entran fácilmente en cualquier estuche gracias a su tamaño reducido y su forma práctica. Son muy ligeros, por lo que no incomodan en el equipaje. Además, son particularmente sencillos de usar y aún así cumplen a la perfección con su cometido.
Por otro lado, están los que vienen con un cepillo de dientes especial, diferente al cepillo convencional. Éstos buscan llegar a los lugares que no pueden alcanzar los convencionales para eliminar y evitar la suciedad acumulada.
Son muy útiles para las personas con prótesis y ortodoncia, y para aquellos cuyas encías son muy sensibles. Cepillar los dientes resulta más cómodo y seguro al utilizar este equipo, evitando desgastar las encías o hacerlas sangrar.
Utilizar estos irrigadores de forma regular dos veces al día durante pocos minutos, trae resultados al cabo de pocas semanas. Sus funciones incluidas hacen que la limpieza pueda realizarse en apenas uno o dos minutos cada vez, sin perder efectividad.
En cambio, los irrigadores dentales que vienen sin cepillo cuentan con una boquilla y recambios para diferentes funciones. Está instalada en el equipo y funciona con un depósito para colocar agua o enjuague bucal que irá a parar en los dientes.
Se usa presionando un botón que activa la boquilla que está colocada en ese momento. Esto hace que salga un chorro de agua o enjuague a presión para aplicar en los dientes, que resulta muy cómodo y eficaz. De esta manera, las prótesis y las encías no se ven comprometidas y son trabajadas con mucho cuidado.
Beneficios de los irrigadores dentales portátiles
Lo bueno de este implemento es que se facilita mucho el remover los restos de comida que con un cepillo no es posible hacer. Esto hace que sea un elemento excelente para mantener una buena salud bucal.
El utilizar nuevas herramientas que garantizan una mejor higiene bucal es esencial e imprescindible para la salud de una persona. Es por esto que marcas famosas como Philips, Oral B, Panasonic Waterpik, entre otras apuestan por los irrigadores dentales como método de limpieza complementario.
Son fáciles de usar, casi como un cepillo de dientes eléctrico y otorgan una limpieza que con otras herramientas no se puede alcanzar. El único punto de comparación que podría tener es con el de la visita al odontólogo, aunque aun así esta visita no puede ser opcional para tener una higiene dental óptima.
Remueven la placa y residuos como no pueden hacer otros accesorios de uso casero, y además en muy poco tiempo. También lo hacen de forma muy amable con las encías sensibles, y siguen siendo lo suficientemente potentes para limpiar las prótesis dentales y la ortodoncia.