La historia de la máquina de coser está plagada de numerosas acusaciones, intentos fallidos e incluso escándalos graves y dado que las muertes sobrevivieron a los juicios legales de patentes, la historia de esta máquina es una aventura atrevida que nadie hubiera esperado.
Una obra maestra fechada hace unos 20,000 años
La historia de la máquina de coser comienza hace unos 20,000 años cuando las primeras personas comenzaron a coser a mano.
Las primeras agujas se hicieron con huesos o cuernos de animales y se usó heno para el alambre. Nuestro instinto inventivo nos ha empujado a innovar y mejorar este proceso y a encontrar técnicas de costura menos laboriosas. Fue solo durante la Revolución Industrial en el siglo XVIII y la necesidad de reducir el tiempo de zurcido manual en las fábricas, lo que empujó a algunas personas a solicitar patentes para la creación de los primeros prototipos.
En Inglaterra y Alemania se construyeron varios objetos de costura que no tenían nada que ver con las máquinas de coser, tal como las entendemos hoy en día, pero la herencia de Europa está fuera de discusión alguna, incluidas varias soluciones aún presentes en las máquinas de coser.
Para confirmar esto y alrededor de 1810, un sastre de Viena creó una máquina con la que fue premiado en 1814. Afortunadamente, se mantiene el único ejemplo de esta máquina en el ‘Technisches Museum’ de Viena.
¿Cómo era la primera máquina de coser?
La primera máquina de coser y que tenía un uso práctico fue inventada por Bartolomé Thimonnier, un sastre francés en 1829.
La patente para su máquina fue aprobada en julio de 1830 y en el mismo año, la primera compañía para la producción de ropa contó con 80 máquinas de coser, aunque hay que decir que la fábrica fue incendiada por trabajadores de la industria temerosos de perder sus trabajos.
Afortunadamente, un ejemplar de la máquina se exhibe en el London Science Museum.
Después de 30 años nacía la máquina de coser con pedales de la marca Singer, comercializando también en la misma época el primer modelo con motor eléctrico. Al mismo tiempo y en Europa, Michael Pfaff abandonó la producción de instrumentos de viento y se dedicó a la producción de máquinas de coser.
Debemos esperar hasta 1890 para encontrar en Alemania la primera máquina de coser con lanzadera oscilante, una máquina que fue un gran éxito.
Y así han ido pasando los años hasta encontrar el modelo de máquina de coser que hoy tiene casi todo el mundo en su hogar, siendo máquinas completamente fáciles de utilizar, ligeras y rápidas.
Aparte, también hay que decir que antiguamente cuando se estropeaba una máquina de coser, se tardaban meses e incluso años en poder arreglarlas. Menos mal que todo ha ido avanzando y hoy en día la reparación de maquinas de coser es otra cosa.
¿Pero qué pasa cuando ya la máquina de coser no tiene arreglo? Te vamos a dar un par de ideas para que la puedas reutilizar y de esta forma, esta no acabe en la basura.
Reutilización y fantasía
¿Tienes una vieja máquina de coser? No lo tires. Una vez utilizada por las abuelas y tías, hoy se convierte en un objeto de diseño para ser preservado con amor, ya que cuenta una historia familiar.
Si te encantan las máquinas de coser pero no cuentas con una, explora los mercadillos y las tiendas online, ya que puedes encontrar productos interesantes y a muy buenos precios.
Reciclaje creativo
Construir un cajón de madera o usar uno de metal te permite obtener un rincón perfecto para guardar libros, revistas, cualquier tipo de objeto o incluso flores.
La máquina de coser colocada en la sala de estar o al lado de un jarrón con muchas plantas, agregará un estilo diferente a tus muebles. Puedes también crear una tapa de madera o cristal, si lo que te gusta es jugar con las transparencias, pudiendo crear una mesa excepcional para la habitación.
¿Te encanta sorprender? Céntrate en el color y en las ideas y transforma tu vieja máquina de coser.