El radón es un gas radiactivo que tiene efectos nocivos para la salud de las personas. El mismo puede encontrarse en el interior de las viviendas ante determinadas condiciones, entrañando una serie de riesgos para la salud.
Por esa razón, se vuelve necesario encontrar soluciones al gas radón, en busca de eliminarlo de la cotidianidad del hogar. Dado que no tienen olor, ni sabor, puede pasar desapercibido en casa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que “el radón se produce a partir de la desintegración del uranio, que está presente de manera natural en suelos y rocas. También puede estarlo en el agua”. Las emanaciones del suelo pueden pasar al aire en forma de moléculas radioactivas que pueden ser inhaladas, de ahí la importancia de saber cómo medir gas radón en casa, con miras a eliminar su presencia.
Efectos negativos del radón sobre la salud
Este gas tiende a concentrarse en áreas interiores como casas, escuelas y lugares de trabajo. Siendo un gas radiactivo, es responsable del desarrollo de cáncer de pulmón y otras enfermedades de las vías respiratorias.
De hecho, según las cifras aportadas por la OMS, el radón es la segunda causa de cáncer de pulmón, después del tabaquismo. Se le considera responsable de un 4% a un 14% de los casos de cáncer de pulmón en todo el planeta y no hay un umbral seguro en cuanto a la exposición del mismo, por lo tanto, el único protocolo es la máxima reducción de su presencia en nuestro entorno cotidiano.
Cuando se encuentra en espacios abiertos, se diluye con rapidez por lo cual su concentración es tan baja que no representa ningún problema para la salud. Su concentración en el ambiente suele ser de 5 Bq/m3 y esto no representa mayor peligro.
Los problemas comienzan cuando la concentración supera los 100 Bq/m3, algo que puede ocurrir con facilidad en espacios cerrados.
¿Qué deberíamos hacer?
En cifras aportadas por el Instituto Nacional del Cáncer, “los científicos calculan que cada año de 15.000 a 22.000 muertes por cáncer de pulmón en los Estados Unidos se relacionan con el radón”. De ahí que la prevención del problema es el principal protocolo de actuación.
Los métodos de construcción en Europa y Estados Unidos, establecen algunas medidas especiales para limitar la concentración de este gas nocivo en sótanos, bodegas, estacionamientos y cualquier otra área que pueda ser propensa a acumular altas concentraciones de radón.
En el hogar, suele acumularse en los sótanos y áreas de poca ventilación, por lo cual es necesaria una adecuada ventilación de la propiedad para asegurar que la concentración del gas descienda hasta su mínimo posible.
Hay medidas arquitectónicas que permiten sellar la casa o aislarla de los ambientes bajos, donde usualmente se acumula. Utilizar ventiladores, conductos de ventilación y extractores de aire es una buena solución para disminuir la concentración de radón en los sótanos de las casas y así evitar sus efectos dañinos.