La prostitución en España es considerada como una actividad exenta de regulaciones legales; el proxenetismo, en cambio, es castigado con prisión.
No habiendo ninguna regulación que prohíba la prostitución, cualquier mujer puede ofrecer sus servicios, salvo en municipios que han tomado la decisión de regularla en las calles, como es el caso de Barcelona, donde a prostitución callejera puede suponer una multa de 3.000 euros para el cliente.
Cuando una dama desea ofrecer servicios sexuales de forma voluntaria, no está cometiendo ningún acto ilegal. De hecho, buscando mejores condiciones de trabajo, recientemente se ha intentado legalizar la Organización de Trabajadoras Sexuales (Otras), un sindicato que busca la integración de las trabajadoras sexuales a los programas de seguridad social y la defensa de sus derechos laborales.
La prostitución en el Código Penal
Tras el escándalo generado por el llamado “sindicato de la prostitución”, se ha abierto a debate la situación legal de la prostitución en España.
Según establece el Código Penal vigente, cualquier persona que «empleando la violencia, intimidación o engaño, o abusando de una situación de superioridad o de necesidad o vulnerabilidad de la víctima, determine a una persona mayor de edad a ejercer o a mantenerse en la prostitución» o en su defecto «se lucre explotando la prostitución de otra persona, aun con el consentimiento de la misma».
En resumen, el proxenetismo y la prostitución de menores son delitos tipificados en la ley y que reciben condena de dos a cuatro años de prisión. La ley solo toma como delincuente a la persona «que induzca, promueva, favorezca o facilite la prostitución de un menor de edad o una persona con discapacidad necesitada de especial protección, o se lucre con ello».
De esta forma, la prostitución en España asume una ‘alegalidad’, ya que no es considerada como una actividad económica legal, pero tampoco se encuentra prohibida, ni tipificada como delito dentro del Código Penal.
Solo los municipios de Valencia y Barcelona, han proclamado normativas que de alguna manera buscan regular la actividad en las calles, creando sanciones para clientes y prohibición de la publicidad referente al tema.
Damas que ofrecen voluntariamente sus servicios sexuales
Al no haber ninguna clase de ilegalidad en la prostitución, existen muchas hermosas chicas ofreciendo servicios de escorts libremente y sin que ninguna persona las induzca. La situación económica o la facilidad para ganar dinero en ese negocio, son los principales alicientes.
En SoulValencia, aguardan las damas más exclusivas de la ciudad, esperando ofrecer los servicios sexuales más variados, que incluyen el uso de juguetes sexuales para hacer la velada mucho más intensa y el cumplimiento de las fantasías más íntimas e intensas, en un ambiente de total confianza.
Los clientes no deben preocuparse por nada, ya que los servicios se ofrecen de manera discreta, segura y formal, dentro de espacios pensados para el regocijo y placer. No hay ninguna complicación legal involucrada en esta actividad, de modo que la visita a una maravillosa escort profesional puede ser disfrutada al máximo y sin mayores preocupaciones.
