El vino ha acompañado al hombre durante gran parte de su historia y hoy en día sigue siendo una de las bebidas alcohólicas favoritas de todos. Esta -según poetas antiguos- bebida de los dioses es sinónimo de lujo y sofisticación, pero también, es una bebida que necesita un trato especial.
Siempre se ha dicho que “el vino mientras más viejo, mejor”. Esto tiene su verdad, pero una vez se ha descorchado la botella este comenzará a deteriorarse poco a poco debido a la presencia del oxígeno.
Si te gustaría conservar esta bebida después de abierta, no hay duda que las neveras para vinos son ideales para esta tarea, pues, las llamadas vinotecas son un sitio diseñado con el propósito de almacenar, resguardar, y conservar los vinos intactos sin que se vean afectados por la humedad, la temperatura o cualquier otro factor dañino.
Las vinotecas funcionan por medio de una corriente de aire artificial que es capaz de mantener la temperatura constante, regulable según la necesidad de tu vino.
¿Por qué las vinotecas son indispensables para los amantes del vino?
Descorchado o no, el vino es una bebida bastante delicada si lo que se busca es mantener sus matices característicos, por lo que son indispensables para aquellos que adoran tomar regularmente una copa de vino y también para los profesionales.
Además, hay varios factores que marcan la diferencia entre una vinoteca y una nevera convencional:
La posición de las botellas
En las neveras para vinos las botellas se almacenan en posición horizontal, esto significa que el corcho está en todo momento en contacto con el vino, algo indispensable para su correcta conservación.
El corcho está fabricado de un material leñoso, que con el tiempo tiende a perder humedad, esto hace que su diámetro y elasticidad se vean reducidos, lo que ocasionará que sea incapaz de cerrar bien la botella. Y si la botella no está perfectamente sellada, el paso de oxígeno favorece la oxidación. Pero nada de esto pasará siempre y cuando el corcho se encuentre humedecido por el mismo vino.
Temperatura
El vino es una bebida muy sensible a los cambios de temperatura y al calor, ya que estos por sí solos podrían dañarlos.
Y aunque cada tipo de vino tenga características y necesidades distintas, el rango de temperatura para asegurar una buena conservación se encuentra entre los 8 y 18 °C.
Una temperatura mayor alteraría el color del vino producto de una maduración precoz, mientras que una temperatura inferior podría ocasionar la creación de cristales de ácido tártrico.
La humedad ideal
Almacenar el vino en una humedad por encima del 80% es el primer paso para ocasionar la aparición de moho en el corcho, por otro lado, una humedad inferior al 60% hará que el corcho se reseque y ocasionar lo que mencionamos anteriormente: la oxidación del vino debido a la presencia de oxígeno.
Por suerte las neveras para vinos son capaces de mantener la temperatura dentro del rango ideal de humedad, que normalmente ronda entre el 65 y 75%,por lo que podrás conservar el vino sin ocasionar cambios en su sabor.
Además, las vinotecas cuentan con tratamientos de carbón activo con el que evitan la aparición de malos olores.
Olvídate del exceso de luz
Cuando un vino es expuesto a los rayos ultravioleta se provoca un cambio de color y también una oxidación, por ello las neveras especiales para vinos, pese a contar con un cristal con el que se puede ver su interior, estos incorporan un filtro contra los rayos UVA.
Aunque para una mayor seguridad y garantizar siempre un buen conservado, se recomienda colocar las vinotecas en lugares que tengan una exposición mínima o nula a la luz natural mínima o nula.
En conclusión, una vinoteca o nevera para vinos es el electrodoméstico perfecto para los amantes de esta bebida tan extendida en todo el mundo. Lo mejor de ello es que puedes tenerlo todo en un solo lugar y sin tener que invertir grandes sumas de dinero en una bodega de vinos.
