Tras finas intervenciones quirúrgicas o debido a las consecuencias de ciertas enfermedades, algunas personas precisan de un tratamiento de rehabilitación para recuperar sus facultades, tanto como les sea posible, según los daños que la causa de la incidencia haya producido en su organismo.
Actualmente, existen diversas clínicas especializadas en estas funciones y ofrecen un seguimiento y tratamientos de rehabilitación adaptados a cada uno de los pacientes. Es el caso de Uner, Clínica de Rehabilitación Neurológica, especializada en la rehabilitación de pacientes que han sufrido alguna enfermedad de parálisis cerebral.
Veamos a continuación algunos de sus tratamientos de rehabilitación según las patologías o enfermedades de los pacientes.
Logopedia
Es muy común que como consecuencia de alguna enfermedad relacionada con la parálisis cerebral o un ictus, el paciente haya perdido la capacidad de hablar o de articular las palabras de manera totalmente comprensible. Además, hay que tener en cuenta que los problemas de habla y dicción conllevan a otros posibles problemas de deglución, audición y derivados de la lectoescritura.
En primer lugar, se hace una valoración de las capacidades y dificultades del paciente. Cuando se tienen datos concluyentes, se elabora un plan de rehabilitación. Además, cabe destacar que una deficiencia en la comunicación tiene como principal consecuencia problemas sociales, ya que el paciente no consigue comunicarse con otras personas y esto dificulta sus relaciones. Los tratamientos de logopedia son tan aptos para niños como para adultos.
Optometría
Otra consecuencia bastante habitual de la parálisis cerebral está relacionada con la vista. Al ser otro de los sentidos esenciales, hay que poner solución a estos problemas cuanto antes, ya que los ojos son unos de los órganos que no se regeneran y todo daño que se produzca en ellos puede ser irreversible.
La optometría es la disciplina que trata de interpretar cómo ve el paciente para aplicar estrategia que optimicen la visión hasta el mayor nivel de calidad. En caso de que los órganos oculares estén afectados de manera permanente e irreversible, se busca potenciar al máximo la visión operativa del paciente.
Neuropsicología
Más allá de las consecuencias físicas, la parálisis cerebral también puede traer consigo afectaciones del comportamiento.
La neuropsicología es la disciplina que estudia las áreas cerebrales y la conducta de las personas con el fin de conocer si el daño cerebral sufrido ha afectado al sistema nervioso central. Dentro de este campo no incluimos los problemas psicológicos, ya que estos afectan de otro modo al organismo y tienen como origen la respuesta entre estímulos y nuestra manera de procesarlos afectando a un componente emocional.
Fisioterapia
La fisioterapia es el tratamiento de rehabilitación más común porque atiende a toda una multitud de pacientes. Desde deportistas que han sufrido alguna lesión y han precisado de una intervención quirúrgica, a personas que, debido a un mal hábito de posición o un mal gesto, han sufrido una contractura o lesión leve de las articulaciones u otras localizaciones. También atiende a personas que han perdido movilidad a causa de un daño cerebral.
Este último caso es el que nos atañe y el procedimiento de intervención es similar al resto de casos. La fisioterapia es un tratamiento de recuperación de movilidad mediante el cual se utilizan unos instrumentos físicos para someter al paciente a movimientos, de manera progresiva, para que recupere su capacidad total o parcial en el caso de las lesiones más graves. En otros escenarios se emplea como medida preventiva de otras enfermedades o por el empeoramiento de dolencias.
En un primer momento, el médico de cabecera indicará si es necesario este tipo de intervenciones para la recuperación. De ser así, es importante dejarse aconsejar por los profesionales y seguir todas sus pautas. A partir de la evaluación de los especialistas, se detectará cuáles son los problemas y qué técnicas deben ser aplicadas para la recuperación del paciente y así, lograr mejorar la condición de vida, tras un incidente que ha afectado su día a día.