El estudio que confirma el déficit de minerales y vitaminas de la dieta mediterránea

Un estudio confirma que la dieta española no aporta todos los nutrientes que precisa el organismo, de ahí la necesidad de los complejos vitamínicos para tener una mejor salud.

Tener un déficit de minerales y vitaminas puede ser nefasto para la salud y es posible que algunas veces este déficit se produzca también en personas que ingieren alimentos con estos minerales y vitaminas de los que carecen, simplemente porque no los asimilan bien.

Para estos casos y también para reforzar el organismo en distintas situaciones, tales como el estrés, la actividad física continuada y hasta en el cambio de estaciones, están los complejos vitamínicos, adecuados para todas las edades.

También son útiles como apoyo a la dieta, como es el caso de los veganos y vegetarianos, para los que existen complejos vitamínicos específicos, para embarazadas, estudiantes, niños, personas de la tercera edad, etcétera. Cada individuo tiene sus propias necesidades y los complejos vitamínicos las cubren aportando el vigor perdido o acumulando más en muchos casos.

Sorprenden las conclusiones de un estudio reciente que ha confirmado un déficit considerable de nutrientes por parte del grupo de individuos que llevan a cabo la dieta española, también conocida como dieta mediterránea, ésta que se queda corta en la ingesta de nutrientes esenciales para la salud como el zinc, la vitamina A y la vitamina E.

Un 36% de españoles no cuentan con la vitamina C adecuada

El estudio, confirmado por la Universidad de Granada y otras instituciones españolas ha dejado claro que un alto porcentaje de las personas que participaron en él presentaban deficiencias de estos nutrientes, lo que hace que se confirme la utilidad cada vez mayor de los complejos alimenticios, ya que son los que complementan el aporte nutricional que no se consigue a través de medios naturales.

Pero cuidado, también se ha detectado que un 36% de españoles no cuentan con la vitamina C adecuada, mientras que el selenio también está en los déficits más frecuentes

Los datos han sido tomados del estudio español ANIBES (Anthropometry, Intake and Energy Balance in Spain, Antropometría, ingesta y balance energético en España), compuesto por 2.258 hombres y mujeres de edades de entre 9 y 75 años que no tenían una dieta prescrita y tenían un estilo de vida saludable.

Según el equipo de expertos, el 56% de los evaluados no cumplían con las recomendaciones europeas de vitamina C, mientras que el 74% tuvo una ingesta baja de vitamina A. Solo el 17% de los que participaron en el estudio cumplían con las recomendaciones de zinc, mientras que el 20% cumplió las pautas de vitamina E.

Detectar la carencia para determinar cuáles son las vitaminas y minerales que se precisan

La importancia de los complejos vitamínicos es incuestionable, hasta el punto de que muchas administraciones, en otros países europeos han hecho campañas apoyando su consumo. Eso sí, no conviene excederse.

Como en todos los ámbitos, la sabiduría está en la mesura y lo primero que hay que hacer es detectar la carencia para determinar cuáles son las vitaminas y minerales que se precisan para adquirir el complejo vitamínico adecuado. Los multivitamínicos son los más consumidos porque se avienen a un gran espectro de casos.

Las personas que se encuentran desganadas, aquellos a los que se les cae el pelo, durante las convalecencias, para fumadores, estudiantes, niños, embarazadas y mucho más, los complejos vitamínicos no solo son adecuados si no que son necesarios. Los resultados tras la ingesta de los que se precisan son inmejorables, del mismo modo que no servirán de nada a quién no los necesite.

Y no han de tener miedo los que no quieren ni oír hablar de los complejos vitamínicos para no engordar, ya que una cosa y la otra no tienen nada que ver se las relaciona erróneamente. Eso sí, hay que elegir aquellos suplementos que proporcionan la ración dietética recomendada (RDA) de cada mineral o vitamina, puesto que de exceder, estos también pueden ser nocivos para la salud. En todos los casos, lo mejor siempre es confiar en el criterio de los facultativos.