Uno de los cambios más solicitados en un cuarto de baño es la instalación de mamparas de ducha. El cambio, sobre todo cuando se pasa de bañera a plato de ducha, es notable porque, como la mayoría de los usuarios destaca, la experiencia de ducha se multiplica, se refuerza enormemente la seguridad y la limpieza se simplifica hasta un punto no supone ninguna molestia.
Las mamparas, por tanto, han pasado a ser uno de los productos más vendidos de los últimos tiempos y un artículo donde las empresas invierten gran cantidad de recursos para mejorar sus calidades y efectos. En este sentido, las mamparas de la marca Kassandra son, seguramente, las más conocidas del mercado.
De hecho, las mamparas Kassandra serie 300 son el producto perfecto para instalar en toda clase de baños, tanto con bañera como con plato de ducha, debido a que son tremendamente adaptables a cualquier espacio y están diseñadas en cristal templado; lo que ofrece un extra de seguridad. Además, los modelos estándar se adaptan a todos los tipos de apertura: de panel fijo, de puerta corredera, abatible o, incluso, plegable.
Las mamparas Kassandra de la serie 300 se diseñan con cristales de 6 milímetros para las de tipo corredera para ofrecer una mayor seguridad. Las que son fijas, en cambio, el grosos puede alcanzar los 10 mm.
El cristal tiene importantes efectos decorativos. En realidad, la cristalería que acompaña a la mampara es una de las cosas en las que más se fijan los clientes. Por eso, además de los modelos estándar transparentes o decorados con franjas de diferentes colores, también pueden elegirse en un tipo de serigrafía particular que combine con la perfilería en aluminio anodizado que acompaña toda la estructura.
Para la gente que está pensando en instalar una mampara en su cuarto de baño, la serie 300 de Kassandra es una de las opciones más completas que se pueden comprar. Son estéticas y muy funcionales; pero, sobre todo, ofrecen seguridad.
La protección de los usuarios que ofrecen este tipo de mamparas es el cristal templado. Para el caso de que hubiera una rotura por impacto o por un accidente dentro de la ducha, el vidrio no se rompe en pedazos punzantes que pudieran provocar lesiones, sino en cientos de pequeños pedazos compactos que, en ningún caso, causan heridas o cortes.
Por tanto, entre las consideraciones más importantes a la hora de elegir una mampara, las más importantes son tres: la estética, la adaptabilidad al espacio real del baño y la seguridad. Sin embargo, es la experiencia de ducha que ofrece este sistema la verdadera motivación para aquellos que terminan decidiéndose por instalar una en mampara en sus cuartos de baño.