Las mujeres hemos aprendido a vivir para los demás. Cuidar de los demás: las/los niñas/os, la pareja, los padres, suegros, las plantas, los animales…. El cuidado es necesario, necesitamos una sociedad donde el cuidado sea prioritario.
El problema es que esa bonita capacidad ha recaído fundamentalmente sobre las mujeres y además, hemos aprendido a cuidar, a vivir para los demás olvidándonos de nosotras mismas.
Esta forma de vivir nos lleva a la frustración por no ser reconocidas ni valoradas, a la culpa por no poder llegar a todo y a un montón de emociones como la rabia, la tristeza o el miedo que no nos permiten disfrutar de una vida satisfactoria.
Para poder cuidar desde el Amor y la consciencia, necesitamos saber y permitirnos cuidar de nosotras misma primero. Pero nuestros referentes en nuestros respectivos linajes femeninos y nuestro imaginario, son mujeres sacrificadas y abnegadas donde el placer y el disfrute no tienen cabida.
Donde aquellas mujeres que se han salido de ese papel y esos mandatos, han sido excluidas o rechazadas o cuanto menos juzgadas.
Afortunadamente, cada vez va habiendo más hombres que en su deconstrucción de la masculinidad tradicional, están empezando a cuidar, a conectar con esta parte tan necesaria. Ahora nosotras también necesitamos aprender a cuidar desde otro lugar.
Te podemos enseñar a tu crecimiento personal y profesional.
Aprender a cuidar de nosotras mismas es uno de los primeros pasos en el camino del crecimiento personal y la trasformación para llevar una vida más plena. Por todo lo que conlleva y el lugar donde nos colocamos.
De alguna forma, las mujeres hemos aprendido a colocar nuestro bienestar en los otros, dependiente del reconocimiento de los demás.
¿Y si comenzamos a responsabilizarnos de nuestro propio bienestar? ¿Y si comenzamos a cuidar desde el sentirnos plenas y la decisión consciente y no desde el automático y la obligación? ¿Cómo crees que cambiará lo que sientes?
IDENTIFICAR LO QUE NECESITAS
El primer paso para aprender a cuidarte es parar y tomar consciencia de lo que estás necesitando en cada momento.
No es una tarea fácil. Es necesario pensar en ti, tomarte un tiempo, permitirte sentir tu cuerpo y detectar aquello que necesitas.
Una vez identificada tu necesidad, puedes decidir conscientemente qué hacer con ella ¿quieres cubrirla en este momento? ¿puedes? ¿te vas a priorizar tú o vas a priorizar la necesidad de otra persona en este momento? Esto ya te lleva a un plano de consciencia fuera del piloto automático.
PASAR A LA ACCIÓN
Las mujeres hemos aprendido a estar en la espera. Esperar a que llegue nuestro príncipe azul, esperar a que nos llamen, esperar a que nos besen, esperar a que adivine lo que necesito….
Pero es importante potenciar también nuestra parte o energía masculina, hablaremos en otro artículo sobre ello, y pasar a la acción.
No esperar a que otro cubra tu necesidad, sino movilizar tu cuerpo y tu energía para cubrirla. ¿necesitas un abrazo? No esperes a que tu pareja, tu amiga… lo adivine, pídelo, busca ese abrazo.
ELECCIÓN CONSCIENTE
También es muy importante descubrir los mensajes que te envías a tí misma y desde qué lugar pasas a la acción. ¿desde el “tengo que”? O ¿desde el “quiero”?. El “tengo que” conlleva obligación, juicio, frustración si no lo llevo a cabo.
El “quiero”, sin embargo, conlleva responsabilidad, elección libre, empodera y nos lleva a la satisfacción de haber hecho lo elegido. Nos lleva a ser más conscientes.
AUTOCUIDADO COMO ACCIONES DE AMOR HACIA NOSOTRAS MISMAS
Cuando empiezas a cuidarte, a sentirte, a estar presente para tí, mejoras tu autoestima, vas conociéndote mejor y descubriendo quién eres en realidad. Además, poco a poco, te sentirás más conectada contigo misma, con tu Ser Esencial.
Cuando empiezas a tener momentos para parar, respirar y observarte, vas a poder ir descubriendo qué formas de autocuidado son las que tú necesitas.
- Qué necesitas a nivel físico: quizá dormir más, hacer algo de deporte, pasear, comer más sano, darte un masaje, descansar….
- Qué necesitas a nivel emocional: mirarte de una forma ma´s amable, expresar lo que sientes, llorar, reír, quedar con una amiga para ser reconfortada, darte algún permiso, escuchar tu música favorita….
- Qué necesitas a nivel social: puede que ser escuchada, pedir ayuda, conversar, relaciones sanas y recíprocas, poner algún límite….
- Qué necesitas a nivel mental: puede que leer, pintar, no juzgarte ni juzgar a los demás, formarte en algún aspecto de tu vida…
- Qué necesitas a nivel espiritual: puede que meditar, hacer yoga, agradecer, conectar con tu corazón, construir algún altar….
Sólo son ideas que pueden ayudarte a empezar a cuidarte como una forma de amor hacia tí misma.
Comenzar a practicarlo puede llevarte a tomar consciencia de tus mecanismos de defensa, de dónde bloqueas la satisfacción de tus necesidades o cuáles son las creencias que te limitan a la hora de disfrutar o sentir placer.
Todo un camino de crecimiento y oportunidad de cambio que en AGua Psicología estamos encantadas de acompañar.
Montserrat Amo Yerga
Sonia Cantos Pérez
Psicólogas y Psicoterapeutas Humanistas
AGua Psicología