En tiempos de estrés laboral, familiar y sobrecarga de actividades, el sexo ha quedado relegado y encontrar espacio para el goce se vuelve cada vez más complicado. El diálogo y el reconocimiento del propio deseo se tornan fundamentales más si a ello se agregan algunos elementos de juego.
El sexo es una parte esencial de nuestra de vida y afortunadamente en algunos sectores sociales va dejando de ser un tabú para dar lugar a la posibilidad del goce. Pero disfrutar de la sexualidad no siempre es algo fácil de conseguir por diversos factores entre los que se destacan la falta de deseo, una estimulación inapropiada o simplemente mala comunicación en la pareja.
Los juguetes sexuales irrumpieron en el mercado ya hace bastante tiempo para cambiar la vida sexual de hombres y mujeres. Se conoce un sinfín de modelos y estilos con diversos usos. Sin embargo, la clave para que los juguetes sexuales tengan un efecto positivo sigue siendo el autoconocimiento, y en el caso de las parejas el diálogo y el consenso.
Se sabe que estos productos son usados tanto por hombres como mujeres de distintas orientaciones sexuales, personas que los utilizan en soledad y otras que lo entienden como un condimento para optimizar sus relaciones. Para quienes lo utilizan individualmente resulta no solo una fuente de placer que ayuda mantenerse activo sexualmente, sino como una gran fuente de reconocimiento del propio cuerpo y por qué no, del deseo.
En cuanto al uso en pareja, se cree que entre los 25 y 30 años las personas comienzan a conformar vínculos afectivos más estables y el uso de juguetes sexuales fomenta una gran mejora en la intimidad, ya que permite salir de la rutina e incorporar nuevas ideas a la cama.
Según las encuestas, un 57 por ciento de las mujeres utiliza vibradores, pero al contrario de lo que solía pensarse, algunas lo hacen para disfrutar de una noche solitaria y otras en pareja para reavivar el deseo sexual perdido a causa de la vorágine y el estrés de una sociedad que va consumiendo los tiempos para cultivar momentos de seducción.
¿Cómo y qué elegir?
Entre la gran variedad en formas, colores, texturas y usos, los más buscados son los consoladores de silicona puesto que ofrecen a una gran versatilidad. Estos destacan frente a otros productos debido a que aportan suavidad y son considerados más higiénicos por su practicidad en la limpieza.
En este sentido, es válido destacar que los consoladores de silicona están fabricados de materiales sintéticos, pero suelen ser realistas y sus recomendaciones respecto al lavado suelen ser con agua y jabón, aunque algunos prefieren también hervirlos. En estos casos, lo ideal es hacerlo antes y después de usarlos. Además, para evitar molestias al utilizarlo tanto para el roce como para la penetración es importante utilizar algún lubricante.
Los fabricantes aseguran que, al momento de realizar la elección, las mujeres deben pensar qué tipo de experiencia desean atravesar con el producto. Aunque algunos tips pueden pensar en el confort y el tamaño adecuado a las expectativas, una curiosidad resultan ser los vibradores de bolsillo.
¿Por qué son necesarios?
No todas las mujeres logran alcanzar un punto de excitación con facilidad, incluso más de un 10 por ciento no alcanza el orgasmo y un 75 por ciento no puede hacerlo sin la estimulación externa de su clítoris. En ese 10 por ciento no están incluidas aquellas que sufren anorgasmia, sino que son mujeres que tienen deseo sexual, logran excitarse, pero no pueden llegar al punto máximo del placer.
Es importante destacar que tanto los plugs anales como los vibradores, las esposas, cuerdas, látigos y demás productos no son de uso exclusivo femenino, sino que pueden ser usados por cualquiera que quiera aportar creatividad y diversión dándole una vida renovada a su sexualidad.
Un uso interesante en la pareja es el cambio de roles que incluso puede alternarse con juegos de poder y sumisión, disfraces y demás estimulantes. De cualquier manera, lo fundamental siempre será el consenso y las ganas de sumar placer.