En los últimos 10 años, las criptomonedas como Bitcoin han ganado terreno en el mundo financiero, convirtiéndose en una de las formas más populares y rentables para realizar todo tipo de transacciones.
Esto ha dado lugar al trading de criptomonedas, es decir, realizar inversiones que tengan que ver con los movimientos de precios de las criptodivisas, realizando compras y ventas de las mismas en un mercado de negociación, mediante los Contratos por Diferencias, también conocidos como CDFs, según sus siglas en inglés.
El crecimiento de las negociaciones a través de las criptomonedas
La popularidad de las criptomonedas, que ha comenzado con el Bitcoin como primer exponente, es cada vez mayor, y esto tiene que ver con los grandes beneficios que suponen los intercambios en este tipo de divisas con respecto al dinero fíat, las acciones y con cualquier otro tipo de inversión.
En marzo de 2021, el Bitcoin ha llegado a superar la barrera de los 60.000 euros, y esto hace que el mercado de las criptomonedas sea cada vez un sitio de mayor confianza por su rentabilidad, pudiendo realizar transacciones mediante distintos tipos de sitios y aplicaciones, para operar con criptomonedas, como lo es BitQT Sito.
Si bien tienen determinados aspectos similares en su funcionamiento, las criptomonedas se diferencian de las monedas emitidas por los gobiernos, ya que no se trata de una moneda tangible, es decir, está formada por datos.
Todo indica que las criptomonedas cambiarán el mundo financiero en pocos años, y esto es lo que las hace tan importantes y consideradas por todo tipo de mercados. Incluso aunque no se trata de una moneda de curso legal en la economía mundial, esta puede llegar a significar un completo cambio del panorama en el mundo de las finanzas.
Aspectos del funcionamiento de las criptomonedas
Para realizar distintas operaciones de trading dentro del mundo de las finanzas a través de las criptomonedas, es importante saber que este tipo de negociaciones no son iguales a las que se pueden realizar en los mercados financieros tradicionales, y esto tiene que ver con el hecho de que todavía no se consideran a estas nuevas divisas como monedas de curso legal.
Las inversiones con monedas tradicionales se ven más afectadas en el movimiento de sus precios. Esto tiene que ver con que el precio de las mismas tiene variaciones dependiendo de la incertidumbre política, la publicación de los datos económicos y las variaciones en las tasas de interés.
Al ser una modalidad de inversión relativamente nueva, las criptomonedas no cuentan con activos que puedan significar un movimiento demasiado brusco de su precio. Son los intentos para hacer que las criptomonedas sean aceptadas en los mercados financieros, lo que puede hacer que varíen los precios de este tipo de divisas.
Otros factores que pueden cambiar el valor de las criptodivisas son las variaciones que puedan surgir en la tecnología blockchain, con distintas noticias que hablen acerca de desacuerdos en el funcionamiento, su actualización y los procesos, así como también algún tipo de vulnerabilidad en la seguridad que se pueda conocer.
Existen dos métodos diferentes mediante los cuales se pueden realizar distintas acciones de trading con todo tipo de criptodivisas.
Una de ellas es operar especulando con la variación de precios mediante los Contratos por Diferencia, también conocidos como CFDs; y otra es realizar un intercambio digital de estas criptodivisas, realizando compras y ventas en un mercado de intercambio de las mismas.
Este tipo de operaciones financieras de criptomonedas se basa en la especulación sobre el precio que estas tienen en el mercado.
Cuando se acepta un CFD, se está realizando una negociación sobre la diferencia del precio de una criptodivisa, desde que abre su posición hasta que la cierra. Abriendo una posición larga, se obtiene como resultado un aumento de la criptomoneda, algo que será beneficioso para el inversor, ya que obtendrá ganancias.
La forma más directa de operar con criptomonedas es comprarlas para ser el dueño de una parte del total de esta criptodivisa, y proceder a guardarla en una cartera virtual, para conseguir beneficios y vender en el caso de que aumente su valor.
