Si estás leyendo esto, es muy probable que pases demasiado tiempo mirando tu smartphone. Esto lo sabemos porque varios estudios han afirmado que España sigue siendo el país más adicto a la tecnología de Europa. Los estudios varían, pero algunos demuestran que muchos de nosotros pasamos más de ocho horas diarias de «tiempo de pantalla», y eso sin incluir el tiempo que pasamos en el trabajo. Al margen de las estadísticas, muchos de nosotros sabemos en el fondo que la vida sería mejor si miráramos un poco menos las pantallas de nuestros teléfonos cada día.
¿Pero cómo hacerlo? No siempre es fácil. Parece que siempre hay algo que requiere nuestra atención. Aun así, con algo de fuerza de voluntad y un poco de imaginación, puedes encontrar formas de reducir el tiempo de pantalla y sentirte mucho mejor contigo mismo.
Aprovecha la tecnología para vencer a la tecnología
Comenzaremos con una toma irónica: puedes utilizar tu smartphone para ayudarte a dejar de utilizarlo. Hay varias formas de hacerlo. Los iPhones de Apple, en particular, tienen ajustes que pueden limitar el uso de ciertas aplicaciones y establecer limitaciones en las comunicaciones a determinadas horas del día. Incluso algunas plataformas de entretenimiento tienen herramientas para evitar que pases tanto tiempo en sus productos. ¿Sabías, por ejemplo, que muchos casinos online con licencia tienen herramientas de tiempo de espera y funciones de recordatorio? Por ejemplo, puedes jugar a tragaperras online en un casino y utilizar las herramientas de limitación para prohibirte jugar durante más de, digamos, 30 minutos o una hora. Obviamente, estas herramientas también ayudan a promover el juego responsable.
Crea reglas para tu hogar
Por naturaleza, todos somos propensos a seguir a la multitud. Si estás viendo una película y la persona sentada a tu lado está leyendo su smartphone, es más probable que empieces a mirar tu propio dispositivo. Introducir algunas normas en casa siempre es una buena idea. No es necesario que sean draconianas. Se podría, por ejemplo, aplicar una norma según la cual los teléfonos inteligentes no deben utilizarse en la cama o en la mesa, o cuando todos estén viendo una película o participando en otra actividad. Si todo el mundo las cumple, verás cómo el tiempo de pantalla disminuye considerablemente.
Ten un recipiente para el smartphone
Uno de los problemas a los que nos enfrentamos es que es demasiado fácil coger el teléfono y empezar a desplazarse. Es más, muchos de nosotros lo hacemos sin pensar en ello. ¿Has cerrado alguna vez una aplicación de redes sociales, y luego has cogido el teléfono y has abierto la misma aplicación dos minutos después? Una solución es tener un recipiente o una caja para colocar el dispositivo en determinados momentos del día. Sitúalo fuera de tu alcance. De este modo, sólo acudirás a tu teléfono cuando sea absolutamente necesario.
Establece límites a tu trabajo¿Existe realmente la idea de un trabajo de 9 a 5? Un motivo por el que muchos de nosotros pasamos demasiado tiempo en nuestros teléfonos es que nuestro trabajo nos sigue a casa. Los empleadores a veces no respetan los límites de la jornada, y siempre parece haber algo que hay que hacer. Una forma de combatir esto es establecer límites para tu correspondencia. Lo fundamental es organizarse para poder seguir conectado al trabajo y cumplir con tus obligaciones sin dejar de tener tu tiempo libre. Fija periodos, como por ejemplo a primera hora de la mañana, en los que respondas a todos los correos electrónicos y mensajes recibidos fuera de horario. También puedes establecer funciones en tu correo electrónico para explicar que devolverás el mensaje dentro del horario laboral.
Deja el teléfono en casa
En la actualidad se nos ha condicionado a pensar que debemos llevar un smartphone a todas partes, como si fueran las llaves, el bolso o la cartera. Sin embargo, ¿realmente necesitas llevarlo contigo cada vez que sales de casa? Si vas a dar un pequeño paseo o a ir de compras, no siempre es necesario llevarlo. Claro que puede ser útil en caso de emergencia, pero puedes juzgar la probabilidad de que ocurra. Dejarlo atrás puede ayudarte a liberarte del control que ejerce sobre ti, y te ayudará a sentir que puedes pasar un rato agradable sin necesidad de mirar la pantalla cada dos minutos.
