En la actualidad existen varios problemas relacionados con el cuidado del planeta y el medio ambiente. Problemas como la contaminación, el calentamiento global, la extinción de especies animales y vegetales son cada vez más frecuentes.
Por lo tanto, la población está llamada a esforzarse cada día más en tomar acciones orientadas a la conservación del planeta a través de actividades como el reciclaje, el ahorro energético y el uso de materiales ecológicos o biodegradables. Además de crear en las nuevas generaciones la conciencia de adoptar y mantener este tipo de prácticas, por el beneficio de nuestro planeta hogar: la Tierra.
La energía verde
La energía verde se refiere a medios inagotables de energía, cuyo origen no contamina el ambiente sino que respeta su delicado equilibrio.
Existen compañias de luz que comercializan energía limpia. En la mayoría de las ocasiones esta procede de la energía eólica o la energía solar fotovoltaica. Las empresas que generan este tipos de energía en los últimos tiempos han logrado reducir de manera muy significativa los costes de producción y distribución, lo que las hace muy competitivas con relación a las alternativas de energía tradicionales.
Todo ello se ha logrado que este tipo de energías se conviertan en una opción mucho más sostenible, tanto desde el punto de vista ambiental como desde el punto de vista económico. Existen distintos tipos de energías renovables como la energía hidráulica, geotérmica, mareomotriz, eólica, solar térmica, solar fotovoltaica o biomasa, entre otras.
A continuación, se describen de una forma un poco más detallada:
- Energía hidráulica. Es aquella que se obtiene de movilizar turbinas a través de la fuerza acumulada del agua represada que se libera en su caída libre, al abrir compuertas que la hacen trasladarse de un nivel más alto a uno más bajo.
- Energía geotérmica. Esta proviene del calor proveniente de las zonas internas de la tierra, la cual es transmitida a través del flujo de masa de roca fundida que origina procesos geotérmicos.
- Energía mareomotriz. Un alternador es el instrumento que permite convertir en energía eléctrica la que proviene de las mareas y el vaivén de las olas.
- Energía eólica. El viento, al soplar, forma corrientes de aire cuya potencia permite dar movimiento a unos molinos que producen energía cinética, y que a su vez puede ser transformada en energía eléctrica.
- Energía solar. Colectores solares, también denominados paneles fotovoltaicos, reciben y almacenan las emisiones del sol para convertirlos en energía térmica o energía eléctrica.
- Energía biomasa. Consiste en la obtención de energía a través de la pirólisis de materiales como la madera, combustión o fermentación de plantas de rápido crecimiento, restos orgánicos de animales y de algas que se cultivan.
Proteger el planeta ahorrando energía
El llamamiento a cuidar el planeta debe ser escuchado por todos. Es un error pensar que no es posible contribuir de manera importante al cuidado de la tierra desde los hogares. Todo lo contrario, el efecto mariposa se logra fomentando la conciencia ecológica desde el hogar.
Por lo tanto, es necesario conocer algunas recomendaciones para contribuir al ahorro energético desde el seno del hogar, lo cual conlleva múltiples beneficios no sólo desde el punto de vista ecológico, sino también económico, ya que puede contribuir a la disminución de la factura mensual de la luz.
Algunas medidas de fácil aplicación son:
- Es posible ahorrar dinero en la factura de electricidad al cambiar de compañía electrica. Algunas ofrecen un ahorro anual de hasta el 12,5% y además proveen energía verde.
- El horno microondas consume menos energía que el horno convencional. Al preferirse su uso diario, se puede ahorrar cerca del 70% de energía.
- Se deben cambiar las bombillas incandescentes por otras tipo LED. Esto representa un ahorro de energía de hasta un 90%.
- Lavar cargas completas de ropa en cada oportunidad (con la lavadora cerca del tope de su capacidad), emplear ciclos cortos y agua fría o templada permite un ahorro de alrededor del 92% de la energía.
- Controlar la temperatura del ambiente doméstico a través de la instalación de termostatos y temporizadores es una manera eficiente de reducir el consumo de energía en un 7% por cada grado. Mantener una temperatura de 19 y 21 grados durante el invierno y de 24 y 26 grados durante el verano es lo más recomendado.
- Los equipos que no se utilicen deben desconectarse completamente, ya que incluso apagados consumen energía.
Es altamente positivo sacar el máximo provecho de la luz solar. Deben abrirse las ventanas y dejar pasar la luz, así como el aire fresco del exterior.