El verano es apreciado, entre otras cosas, por la oportunidad que nos ofrece para obtener un bonito bronceado. Sin embargo, debido a la continua exposición al sol, también es preciso seguir algunos consejos relacionados con la protección de la piel contra el exceso de radiación UV y otros datos indispensables para obtener un bronceado perfecto sin perjudicar gravemente a la salud de tu piel.
La principal regla de oro para obtener una piel dorada y saludable es el uso de protector solar. Existen diferentes formatos y diversos factores de protección entre los cuales elegir, siendo la gama de productos Mesoestetic con complejo protector de amplio espectro un claro ejemplo de los más adecuados para prevenir sensibilidad, quemaduras, eritemas y otros daños ocasionados por el sol.
Las claves de un bronceado saludable
¿Es posible generar un bronceado bonito y duradero sin ocasionar daños sobre la piel? Además de la aplicación de protector solar, existen otros aspectos que deben considerar las personas que se expondrán a la radiación solar de manera prolongada. La lista de recomendaciones para cuidar tu piel durante el verano, incluye lo siguiente:
Selecciona un protector solar apropiado
La mayoría de las personas se fija únicamente en el factor de protección solar (SPF, por sus siglas en inglés), cuando en realidad deberían escoger un que ofrezca protección de amplio espectro, incluyendo radiación UVA, UVB, HEV e IR, las cuales llegan atraviesan la piel y ocasionan efectos como envejecimiento prematuro, oxidación celular, manchas, quemaduras, etc.
No abuses del tiempo de exposición al sol
Aunque casi todos los planes y actividades del verano incluyen la exposición al sol, siempre será necesario descansar un poco del mismo, ocultarse y proteger la piel del exceso de radiación ultravioleta. Al reducir la exposición, disminuye el riesgo de que se produzcan quemaduras y los efectos negativos visibles a largo plazo, como aparición de manchas y arrugas.
Moderación sería la clave. El tono dorado de la piel concede calidez y un semblante bonito, pero para obtenerlo no es necesario exponerse durante horas al sol, bastaría con algunos minutos cada día para obtener un bronceado progresivo. Escápate a buscar una bebida refrescante de vez en cuando y aprovecha para esconderte del sol durante un rato. El uso de sombrillas y gafas de sol también está ampliamente recomendado.
El bronceado se encuentra relacionado con la alimentación
Aunque la mayoría se olvida de este tema, la alimentación es fundamental para obtener un bronceado hermoso. Existen alimentos que contienen nutrientes con la capacidad de potenciar el bronceado, mejorar el tono de la piel y su aspecto, haciendo que el color dorado dure incluso meses después de finalizado el verano.
Durante la temporada de verano es preciso consumir alimentos que introduzcan a nuestro organismo la cantidad correcta de antioxidantes como la Vitamina A, E y C, selenio y zinc. Estos nutrientes se comportan como una especie de barrera protectora que ayuda con los efectos nocivos de los rayos solares. Los puedes obtener de frutas y hortalizas. Por supuesto, esto no exime del uso de una protección solar adecuada y de la moderación requerida en torno a la exposición al sol.
Tu piel necesita nutrición e hidratación
La resequedad es uno de los principales problemas de la piel durante la temporada veraniega, de ahí la importancia de mantenerla hidratada tanto por dentro como por fuera. Además de una alimentación saludable, es preciso ingerir la cantidad adecuada de líquidos, sobre todo agua, evitando la deshidratación del organismo.
También es útil seguir una rutina de cuidados para mantener la piel y recuperarla de cualquier daño ocasionado por el exceso de radiación. Por ejemplo, durante el verano es bueno exfoliar suavemente la piel un par de veces a la semana y nutrirla con una loción de hidratación profunda, dando preferencias a aquellas que incluyan ingredientes de origen natural.
Después de cada jornada, es importante realizar una limpieza de toda la piel para eliminar la sal o el cloro procedentes del agua del mar o de la piscina y, a continuación, utilizar bálsamos hidratantes y reparadores. Para la piel del rostro se recomienda utilizar productos como el ácido hialurónico, compuesto que a largo plazo tiene la capacidad de contrarrestar los efectos nocivos de la radiación solar.
Aplica protector solar cada dos horas
El bloqueador solar siempre debe aplicarse cada dos horas, ya que este irá perdiendo potencia y protección con el paso del tiempo, especialmente cuando practicamos alguna actividad al aire libre como algún deporte o disfrutar nadando en la playa o piscina, entretenimientos típicos de la época veraniega.
Protege tus lunares
Finalmente, tendrás que prestar atención a tus lunares y a las manchas más visibles que tengas en la piel, pues al broncearte, se incrementa la pigmentación de estas zonas. Vigila con cuidado la evolución de los lunares y de ser posible mantén esas zonas cubiertas.