Una bomba de calor es una manera fantástica de conseguir calor en tu hogar, especialmente en los meses más fríos, pero también una buena refrigeración durante la primavera o el verano.
Pero como todo aparato de climatización, su uso lleva asociado un gasto, por lo que nunca está de más conocer las formas que tenemos para optimizar sus prestaciones energéticas.
Un buen mantenimiento, el primer paso
Para que el rendimiento de una bomba de calor aire-agua sea el idóneo en todo momento, no hay que olvidar revisarla periódicamente y, sobre todo, mantenerla en buen estado.
Eso se consigue limpiando los filtros de forma adecuada y con los utensilios correctos siempre que sea necesario, sin esperar a que algo falle o que se acumule suciedad en ellos, pues cuanto más tiempo pase entre la detección del problema y su solución, puede ir agravándose la situación.
Así que, si creemos que tarda más tiempo en calentar o enfriar de lo habitual o que no alcanza la temperatura deseada, es imprescindible comprobar rápidamente si hay algo que esté obstruyendo los filtros. Eso sí, siempre con el aparato totalmente apagado.
La puesta a punto tras un período de inactividad
Si no vamos a utilizar la bomba de calor aire-agua durante bastante tiempo, por ejemplo durante las vacaciones de verano, antes de volver a ponerla en funcionamiento, es recomendable, además de limpiar los filtros, secar los conductos del aire, pues la humedad puede llevar a que se reproduzcan algunas bacterias en el filtro.
Para secarlos, lo más útil es encender la bomba de calor en modo “ventilador” al menos varias horas para que el aire elimine la humedad completamente.
El buen aislamiento de la vivienda
Otro aspecto fundamental para que el gasto energético de la bomba de calor aire-agua no se suba a las nubes es que nuestra casa goce de un buen aislamiento térmico tanto en ventanas como en puertas, tratando de tenerlas cerradas para que no haya corrientes de aire.
De esta forma podremos hacer que la temperatura que deseamos se mantenga más tiempo y que el frío del exterior no se filtre al interior.
Si no tenemos un aislamiento óptimo probablemente merezca la pena hacer algunas pequeñas reformas o cambios en casa porque repercutirá positivamente en la efectividad de la bomba de calor aire-agua y en el ahorro de energía eléctrica.
Mantener la temperatura ideal
Fijar una temperatura para invierno y otra para verano será parte esencial para obtener un buen ahorro energético y una factura de la luz económica. Por eso siempre se recomienda utilizar la bomba de calor aire agua manteniendo una temperatura de entre 19º y 21º en invierno, mientras que en verano lo más aconsejable es que esté en los 24º.