El PVC es uno de los materiales que podemos encontrar en nuestra vivienda, además de muchas formas; y es que el PVC no sólo se encuentra en perfiles de ventanas. Es un material muy versátil que puede ser incluido en otros elementos de construcción o incluso en muebles y complementos. Teniendo en cuenta su uso y aparición a gran escala en nuestras casas, sería interesante saber qué es. Un termoplástico muy común que además de versátil es económico. Una combinación química de carbono, cloro e hidrógeno y el plástico con menos dependencia del petróleo. Asimismo, teniendo en cuenta la preocupación actual por el medio ambiente, quizá también nos interese saber que es un material que apoya la sostenibilidad.
Estudios de sostenibilidad
No podemos negar que el PVC ha sido desde hace años un motivo de discusión. Su repercusión en el medio ambiente y en nuestra salud ha sido motivo de discusión, centrándose esta en puntos clave como el ciclo vital de este producto (desde su fabricación hasta el tratamiento del producto como desecho).
Hay muchos estudios que han arrojado luz a este tema, como el estudio llevado a cabo por CSIRO (Commonwalth Scientific and Industrial Research Organisation), un ente australiano que realizó un informe tras la polémica en la construcción de los edificios públicos para los Juegos Olímpicos en Sydney (2000).
Este informe fue muy claro: el uso del PVC en los edificios tenía y tiene escaso efecto en el medio ambiente por varios motivos.
Para empezar, los productos de PVC duro son fácilmente reciclables tras el final de su ciclo vital. Es un material fácilmente identificable, por lo que es muy útil en este reciclado. Además, la inflamabilidad inherente del PVC es un punto a favor en los casos de incendio en edificios.
Ventajas más visibles del PVC
Dentro de las ventajas del PVC para con el medio ambiente, tenemos las más evidentes, las que se aprecian fácilmente.
Por ejemplo, cuando se usa PVC como aislamiento térmico, por ejemplo en ventanas, se reduce un 45% del consumo de energía.
También sabemos que es un material muy duradero cuya vida media es de hasta 50 años. En este tiempo, se minimizan las emisiones de CO2, por lo que nuestra vivienda contribuye a esa sostenibilidad.
Asimismo, no podemos olvidar que el PVC es un material con poco mantenimiento. No se oxida, ni se correo. No necesita barnizado ni tratamientos extra.
PVC y sostenibilidad: lo que no vemos pero está
En cuanto a las ventajas menos visibles, podemos decir que el PVC es un material de lo más fiable. Por este motivo su uso se extiende a todo tipo de producto, desde muebles, botellas, juguetes, ventanas e incluso tubos de cirugía o bolsas de transfusión de sangre. Es, además, un material relativamente barato, por lo que su uso en construcción está más que extendido, en revestimiento de paredes, tubos y muchas otras aplicaciones.
Es un material ignífugo. Esto significa que ante un incendio, el PVC se encargará de no propagarlo. No gotea y se quema a temperaturas mucho más elevadas que las de otros materiales.
Debemos recordar que en cuanto a la gestión medioambiental, el PVC, en todo su proceso de producción, cumple cada uno de los puntos de las legislaciones y normativas españolas y europeas. Asimismo, es importante saber que los residuos del PVC se reciclan de nuevo para poder crear nuevos productos.
El PVC tiene un mínimo impacto medioambiental. Hay que tener en cuenta que sólo tiene un 43% de derivados del petróleo. El resto, el 57%, proviene de la sal común. Asimismo, en el proceso de fabricación de productos como puedan ser ventanas, no se contamina.
Sostenibilidad e impacto del PVC
Si bien es cierto que todo lo anterior es una realidad, el PVC ha preocupado mucho a las propias industrias precisamente por todos esos debates que se han generado en torno a su uso.
El PVC, como cualquier otro material que se fabrica y transforma, conllevará un impacto ambiental y esto es innegable. No obstante, esto no significa que sea tanto como se suele decir. Es más, la propia industria del PVC lleva años desarrollando diferentes acciones de mejora y esforzándose para minimizar aún más el impacto en el medio ambiente.
Algunas de las medidas que se pueden tomar por parte de la industria son el empleo del PVC reciclado y reformulado para poder mantener las propiedades con la mayor cantidad de material reciclado en productos finales.
También se trabaja muchísimo con la utilización de aditivos que vienen de fuentes renovables, así como en aspectos como el ecodiseño, para poder reciclar mejor los productos de PVC.
Por último, hay que recordar que el PVC está en contacto directo con las personas, tanto en casa como fuera de ella. Por este motivo, la industria se esfuerza también en la eliminación de aditivos tóxicos para poder ofrecer, así, productos completamente fiables e inocuos para la población.