Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan todas las personas a lo largo de la vida son las deudas. Problemas económicos, que si no se tratados de forma inmediata y eficaz pueden llegar a repercutir de forma negativa en la economía de cualquier persona o familia.
Por ello, es muy importante no contraer grandes deudas con entidades bancarias u otro tipo de empresas prestadoras de crédito, y sobre todo, no realizar grandes compras (viviendas, vehículos de alta gama, etcétera) que luego no se van a poder pagar con el paso del tiempo.
Pero, ¿en qué situación se encuentra actualmente la morosidad en España? Según indican los expertos de Aon España, consultoría de recursos humanos, la situación de la morosidad en nuestro país es ciertamente preocupante. Es decir, existe un panorama económico complicado, que ha sido generado en parte por situaciones económicas externas que no tienen que ver directamente con el funcionamiento del país, pero que afectan de un modo u otro al pago de las deudas.
Sin embargo, según el consenso mundial de las grandes potencias se espera un crecimiento económico en todo el mundo del 2,9%. Una cifra más baja que la obtenida en 2018 (3,1%), pero que demuestra que a pesar de todo, las economías siguen creciendo a un buen ritmo.
Obviar los niveles de morosidad que por desgracia hay hoy en día en España, es querer vivir con una venda en los ojos, puesto que en algún momento de la vida estas personas tendrán que hacer frente al conjunto de deudas que han ido acumulando a lo largo de los años.
¿Qué es el CIRBE? ¿Cómo funciona?
Cuando hablamos del CIRBE, nos referimos a la Central de Información de Riesgos del Banco de España, un servicio que lleva en funcionamiento desde el año 1972 y que tiene una importancia vital a la hora de hablar de préstamos o créditos concedidos por las entidades financieras.
Se puede decir, que el CIRBE representa a una enorme base de datos gestionada por el Banco de España, en la cual se guardan los riesgos que las entidades financieras manifiestan de sus clientes. Una gran cantidad de información, donde se recogen los riesgos directos e indirectos que las entidades de crédito tienen con sus clientes.
Cuando hablamos de riesgos directos, nos referimos a deudas cuyo importe es superior a los 6.000 euros (préstamo o crédito en el que el titular es la propia persona), mientras que cuando hablamos de riesgos indirectos nos referimos a deudas cuyo importe es superior a los 30.000 euros (avales y garantías sobre las deudas de las personas).
Esta gran base de datos que conforma el CIRBE se actualiza de manera mensual (con la información que aportan las entidades bancarias) y para acceder a ella es necesario pedir una autorización previa, puesto que los datos que hay guardados son confidenciales, y por tanto, no pueden ser consultados libremente por cualquier persona.
Si una persona con deudas quiere consultar sus datos en el CIRBE, tan solo tendrá que pedir la autorización previa y podrá consultar de manera gratuita la información que hay sobre ella en la base de datos. Sin embargo, no se puede consultar información sobre terceros, ya que como decimos, la información que hay almacenada en la base de datos del CIRBE es confidencial.
Si quieres saber más sobre qué es el CIRBE, en este enlace puedes encontrar más información acerca de su funcionamiento y de cómo pedir la CIR para saber si formas parte de la base de datos.
¿Por qué es tan importante el CIRBE?
Como ya se ha comentado anteriormente, el CIRBE representa a una gran base de datos que contiene información sobre los riesgos que las entidades financieras manifiestan de sus clientes. Por ello, esta información resulta fundamental a la hora de realizar estudios estadísticos sobre el sector o análisis comparativos con la evolución del mercado a lo largo de los años.
Al mismo tiempo, es gran base de datos actúa como supervisor y controlador del sistema financiero español, para que no haya grandes problemas de morosos y el mercado pueda funcionar siempre de forma correcta. Se puede decir por tanto, que el CIRBE es una herramienta excepcional para los bancos, los cuáles pueden saber el nivel de endeudamiento de una persona en concreto, para de esta manera determinar si se le puede conceder el préstamo o crédito solicitado.
